48. «SimplificArte» (A. Barceló)
Se dio cuenta de que no podría seguir adelante sin apretar algunas tuercas. Tras rebuscar entre sus herramientas, advirtió que carecía únicamente de la que le hacía falta. Siempre la misma historia, nunca se encuentra lo que se necesita en el momento que se precisa. Podría intentarlo con lo que tenía a mano, pero sabía que no lograría el ajuste perfecto y lo contrario sería arriesgarse a sufrir un fallo crítico.
La Ley de Murphy no es la única que opera en el universo. Cuando menos lo esperaba, apareció alguien a quien poder pedir ayuda en medio de aquel paraje desierto. Hubiera sido demasiado pedir que llevase encima una diez/once, pero a cambio aquel desconocido le ofreció una opción que, hasta entonces, nunca había contemplado: abandonar el DeLorean, dejar en paz el pasado, renunciar a adelantarse al futuro y regresar de una vez por todas al presente.
Querido Barceló: ya me extrañaba no leerte por aquí, así que el solo hecho de ver el título del micro y tu nombre a su lado me alegró este largo día de espera: hace unas horas que llegué de Italia a Aeroparque, en Buenos Aires, y me faltan otras siete horas para abordar el avión a Neuquén…
En cuanto al micro en sí, no sé qué es eso de una diez/once, pero apuesto que fue Buda el que se la dio al Doc de Marty McFly, y de yapa, le dio un muy buen consejo, que más de uno debería(mos) seguir: el pasado ya pasó, el futuro aún no existe y sólo existe el presente, lo único que tenemos, lo único que importa…
Muy bien «aparcado» el DeLorean al final del micro, para darle al lector ese «cross a la mandíbula» del golpe final, como decía Cortázar…
Como siempre, un placer leerte.
Besotes😘😘😇😇
Bastante se nos complica la vida sola, para añadir el enredo de hacer viajes en el tiempo, con sus idas y regresos, hacia el futuro o para atrás, por interesantes que puedan parecer. El día a día ya nos proporciona sobrado trabajo para intentar lidiar con él lo mejor que podemos. Lo pasado, pasado está. Lo que tenga que venir ya se afrontará cuando se convierta en presente.
El desconocido que aparece en auxilio de tu protagonista hace mucho más que darle una herramienta física para seguir con sus andanzas, le proporciona sabiduría, para que aproveche ese caudal escaso y escurridizo del que dispone: el tiempo.
A veces nos complicamos demasiado y todo iría mejor si simplificásemos, como bien dice el título.
Original, simpático y con mensaje.
Un abrazo y suerte, tocayo
Hola, Mariángeles.
Veo que no solo escribes y lees sobre regresos sino que también estás experimentando o acabas de experimentar uno muy gordo. Jajaja.
Te explico que 10/11 es el número o calibre de una llave fija para ajustar tuercas. Aquí solemos llamarle la 10/11 y suele ser la que más se utiliza para casi todo, por lo que también es la que se suele perder siempre y, cuando más la necesitas menos la encuentras.
Aclarada tu duda y, como bien has entendido, te diré que este relato cargado de sentido metafórico tiene mucho de reflexión particular y de propósito personal.
Todo lo vivido recientemente creo que nos ha demostrado a todos/as algo que ya teníamos muy claro, pero que muchos no poníamos en práctica adecuadamente: Lo verdaderamente importante es el momento presente y estar verdaderamente presente en el momento.
Gracias, querida amiga argentina. Feliz regreso. Besos para ti también.
Hola Barceló, me gusta mucho tu relato y considero que está bien contado y me gusta cómo está escrito; sin embargo, nunca he estado muy de acuerdo con eso de que lo importante es el presente, sin mirar atrás y sin preocuparnos por el futuro porque el presente es tan efímero y pasa tan rápidamente que la vida no tendría mucho sentido, ni en el terreno personal ni en la sociedad. El presente empequeñecería cada vez más, pasaría de la importancia de un mes a un fin de semana, a una noche y al minuto concreto…es bueno ilusionarse por un futuro mejor aprendiendo del pasado. En fin, nos has hecho pensar y comentar.
Enhorabuena y suerte
Hola, Ángel.
Lo que no se puede uno perder son tus comentarios, siempre al centro de la diana y siempre impagables.
Un cálido saludo, estimado tocayo.
Hola, Isabel Cristina.
Lo primero, como no puede ser de otra manera, es darte las gracias por tu comentario.
Me parece que lo que dices tiene todo el sentido del mundo. El presente, sin duda alguna, está condicionado por el pasado y el futuro no se puede perder de vista. Creo que lo que este desconocido propone al protagonista no es perder la perspectiva de ambos tiempos, sino, nunca mejor dicho, tenerlos «presentes» sin necesidad de avanzar o regresar constantemente.
Me ha encantado tener esta reflexión contigo. Un cálido saludo.