19. SOLO POR UN DÍA
Sentado en la barra del bar, estaba a punto de ahogarse dentro de aquel café con leche y poner así punto y coma a su vida. En la radio comentaban el periplo del emérito, la guerra en Ucrania, mientras una revuelta de sanitarios, ya sin aplausos, convalecientes por el Covid y silenciados por una deontología política, irrumpían en la calle de Moncloa.
Para cuando el sol abriese los ojos, él ya destilaba un café, un intento de suicidio, una guerra, un corrupto, un rebaño de batas blancas exigiendo una receta de utopía.
Esperaba atragantarse con los churros cuando, fuera, las porras al galope disolvieron a los facultativos en la sala de espera (de la democracia).
En ese instante, le dio por tomar notas para su columna del periódico, mientras el cigarro con hierba le devolvía (EL ARDOR DE LAS PALABRAS) a la monotonía de la vida.
Este columnista, hastiado con su vida y con una realidad aderezada con hechos desilusionantes, tristes, mediocres y preocupantes, se halla al borde de abandonar la vida. Sin embargo, decide, pese a todo, escoger el camino de seguir y contarla a través de su columna, alguien tiene que hacerlo y él parece un buen observador. El cigarro, aunque solo sea durante un rato, puede que se lo haga un poco más llevadero.
Un relato de corte existencial, con juegos de palabras muy bien traidos, como esa alternancia de churros de ingerir y porras de acción, o esa receta de utopía.
Un abrazo y suerte, Juanma
La realidad a veces es muy difícil de tragar y se hace masa como las porras y churros si no se toman con un biuen café, añu así este tipo que parece duro necesita sus dosis para poder seguir adelante y es que a veces es muy difícil dar el sigueiente paso. Suerte con el relato Juanma