45. Soy una buena persona (María Rojas)
Relajada, con los pies al aire, se quedaba absorta en el ondeo de la tela.
Repentinamente, su pensamiento salía desbocado y guiándose más por el corazón que por la cabeza, atravesaba el Atlántico y se plantaba con el vestido de flores gastadas en el patio de los abuelos.
El señor Morton la cogía por el brazo y ordenaba:
—Venga pa’ acá morena, ahora vamos a nuestro asunto.
La llevaba hasta la mesa, en la que extendía las armas. Ella las revisaba y con tino de asesina y las manos del hombre en su cintura, las iba probando.
—Mira con qué ferocidad brillan estas atrapamundos. Dinero, poder, sexo y violencia —decía Morton.
Ella dejaba los fierros en el armario de la habitación de los niños de las madres imposibles. Los colocaba pegaditos a la caja del instrumental quirúrgico, con el que realizaba con profesionalidad las intervenciones.
En las tardes, entre trapos ensangrentados, iba borrando los números de las armas. Cuando la luz se volvía tenue, veía brincar los corazoncitos de los infantes desperdiciados, como brincan los peces atrapados en una patria tiránica e inaccesible
Hola, María.
No sé si lo he entendido… Una mujer que regresa mentalmente a su patria desde el otro lado del océanos a un escenario atroz. Sangre, instrumental, madres imposibles, intervenciones, infantes desperdiciados. Todo me sugiere personas muertas, niños muertos, quizás abortos clandestinos.
A ver qué opinan nuestros compañeros y a ver qué más nos cuentas tú.
Un abrazo grandísimo.
Perfectamente interpretado. Una mujer que se escapa de una tierra en la que se ve obligada a trabajar con traficantes de armas ilegales, con los que colabora la familia, con los abuelos a la cabeza. Y aunque tampoco le gusta el trabajo de la tarde, realiza de manera profesional abortos a las madres que no pueden serlo. Las madre imposibles. Ella es buena gente y huye de en esa patria cruel que le toco en suerte, aunque no puede liberarse de sus aconteceres.
Gracias por detenerte en este relato.
Mil abrazos.
Gracias por detenerte en este relato.
Mil abrazos.
María, en tu relato la protagonista recuerda su vida anterior, al otro lado del Atlántico, rodeada de armas, sexo y violencia, en la que practicaba abortos ilegales. Retratas una atmósfera terrible y asfixiante para la protagonista, pero que en el fondo ella siempre ha sido una buena persona.
Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.
Lo importante para ella es que pudo escapar de esa vida. ¿Pero siempre pensando en los que se quedaron?
Un abrazo más apretado.
Tremendo relato. Maravillosamente contado.
Felicidades, María.
Muchos besos.
Gracias, tocaya. La ilusión del aficionado a escribir es que guste.
Felicidades.
Confieso avergonzada que he recurrido a las explicaciones de los comentarios anteriores para acabar de entenderlo. Aunque expresiones como estas, “los niños de las madres imposibles”, “ los corazoncitos de los infantes desperdiciados”…, son suficientes para disfrutar de la lectura.
No te sientas avergonzada de esto. La verdad es un texto de no fácil lectura. La culpa es siempre del escritor.
Un abrazo fuerte.
Hola, María. Aunque puede disfrutarse perfectamente el texto porque, como en otros relatos tuyos que he leído, haces uso, en ocasiones, de palabras, construcciones o frases no demasiado habituales (lo que le da un aire de interés y sugerencia añadido), también me he ayudado de los comentarios precedentes y de tu «explicación». Aunque en otras ocasiones en las que, con buena intención, me he atrevido a «señalar» algún posible «error» que he creído ver (gramatical u ortográfico, no me gusta meterme en el «fondo» de los textos, que pienso que pertenecen a cada uno) he salido trasquilado, no puedo pasar sin decirte que creo que sobra la coma en la frase «El señor Morton la cogía por el brazo…» Lo comento porque tenemos la opción de corregir y reenviar nuestros textos, aunque últimamente, al hacerlo, se desactiva la opción de recibir comentarios, y habría que activarlos de nuevo en Edición rápida. Espero no haberte molestado. Un saludo y suerte, María.
Me gusta que señalen los errores que mejoran el texto. Aprovecho para decirte que no tengo ni idea de corregir en el blog. También he querido quitar lo de Química y restauradora de arte y no puedo.
Un abrazo cálido y gracias.