Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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38. Sueños Inalcanzables (Marian Ramos)

Cada noche acude al bar del puerto. Se sienta en un extremo de la barra, con un abrigo viejo y el sombrero calado hasta las orejas. Escucha las historias, contadas siempre a gritos y entre carcajadas, mientras bebe una cerveza tras otra.
A Toribio le quedan algunos jornales para el pasaje a América. Venancio, menos aventurero pero igual de emprendedor, habla de comprar una Cirila para ampliar el reparto a los pueblos vecinos. Atilio, el de más edad, quiere mandar al chico mayor a estudiar a la capital y, quizás, darle algún capricho a su señora. Así la llama siempre, su señora, y le brillan los ojos como a un adolescente.
De vuelta a la casa del barrio alto, cuelga sombrero y abrigo en la caseta de aperos. Después, acostado en la mullida cama, junto a la mujer que escogieron para él, hija del socio de su padre en la naviera, odia a Toribio, a Venancio, a Atilio y al resto de parroquianos hasta caer en el sueño etílico, el único posible para quien todo lo tiene de cuna.

3 Responses

  1. María José Escudero

    «Era tan pobre que no tenía más que dinero», dice Sabina en una canción que me parece apropiada para este personaje rico y envidioso. Aunque se puede entender su despecho, porque debe ser terrible no tener proyectos propios, no tener libertad. Es como tener todo y no tener nada. Claro que si preguntamos a Venancio y compañía, no sabemos qué dirían. En mi opinión, son más felices. Muy buena propuesta, Marian. Te deseo mucha suerte. Besos.

  2. No he creído nunca en eso de que el dinero da la felicidad, si bien es cierto, que la pobreza también la acaba consumiendo. Lo malo de tu protagonista, o el error de sus padres, comenzó el día que planificaron su boda con una mujer a la que no quería. No dudo de que los dos serán igual de desgraciados. Me ha llamado la atención lo del abrigo viejo. Denota que, aunque con dinero, uno puede ser el más miserable de todos porque le falta, a tu protagonista, lo más importante: La ilusión de vivir.
    Feliz tarde de finales de julio.

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