03. Supermamá (Fernando García del Carrizo)
Mi madre es un superhéroe. Ella puede con todo y con todos. Tiene muchos superpoderes; estar en muchos sitios a la vez, curar heridas con besos o canciones y solucionar cualquier problema que hay en casa. Cuando llega del trabajo con las pilas gastadas, suspira, se pone sus zapatillas mágicas y ya no hay quien la pare. Si se pone la capa sé que vamos a comer algo rico. Ayuda a la abuela cuando confunde el sillón con el váter. Saca a Toby al parque si llueve o al resto no nos apetece. Me explica mates cuando no entiendo los deberes y consigue dormirme con su voz al leerme un cuento en la cama. Hoy, hasta ha salido en el periódico. Con su super fuerza envió ayer a papá al hospital, cuando este le atacaba, como muchas noches, después de haberse tomado la pócima que lo convierte en el malo de la peli.
Es curioso cómo la mirada inocente de un niño puede transformar la realidad, como en este caso, que parece que estemos inmersos en un cómic en vez de en el duro día a día de una madre que «puede con todo» (¿qué otro remedio le queda?).
Un relato tierno con el que seguramente se puede identificar más de una «superheroína».
Mucha suerte y un abrazo, Fernando.
Muchas gracias por tus comentarios Ana Maria. Totalmente de acuerdo con lo que expresas. Un abrazo
Hay tantas supermamás por ahí escondidas que aún no saben que lo son. La verdad que no hace falta mandar al papá titular al hospital para dar el título superior de mami especial a una mujer en estas circunstancias pero lo que tú cuentas en tu micro, Fernando, los casos son innumerables. Maravillosa visión infantil.
Nos leemos
Muchas gracias Isabel Cristina por leer y comentar. Un abrazo y nos seguimos leyendo.
Fernando, reflejas desde el punto de vista de un niño con la mirada limpia la realidad de muchas mamás que no tienen más remedio que convertirse en supermamás. Y especialmente si a su lado tienen a una pareja tan impresen table. Un abrazo. Gloria
Gracias Gloria por comentar. Un abrazo. Nos seguimos leyendo
Solo un niño, en su inocencia, puede apreciar belleza en un esfuerzo que sobrepasa los límites, a lo que se une tener que repeler la actitud y agresiones de un impresentable, a quien, al contrario de su madre, nunca podrá respetar ni, mucho menos, admirar.
Una realidad que se repite demasiado a menudo, que no por ser bajo la visión de un pequeño deja de ser, a nuestros ojos, menos injusta y poco valorada.
Un abrazo, suerte y feliz año, Fernando.
Muchas gracias Angel, una vez mas por tus sabias y acertadas palabras. Feliz Año. Nos seguimos leyendo. Un abrazo.
Qué distinta es la vida según quien la mira. Ese niño tiene la mirada limpia y mucha suerte, pero su madre no tanta: ser una superheroína puede acabar con la salud mental de cualquiera. Y encima, tener al lado a semejante individuo lo empeora todo. Me alegro de que lo enviara al hospital.
Un abrazo y suerte!
Muchas gracias Rosalía por tus comentarios.Nos seguimos leyendo
Un abrazo
Hola Fernando. En efecto, otra súper madre. Un relato bien hilado desde la perspectiva del hijo, que nos deja ese pinchazo al final. Enhorabuena y mucha suerte
Muchas gracias Alberto por tu comentario.
Nos seguimos leyendo. Un abrazo
Hola Fernando,
este crío no sólo ve belleza, ve una heroína con superpoderes que sin duda tiene. Difícil ver lo bonito enun entrono donde más parece que había oscuridad y malos tratos. Buena apuesta, suerte y saludos!
Muchas gracias Manuel por tus comentarios.
Un abrazo. Nos seguimos leyendo
Hola Fernando, si, hay muchas superheroínas anónimas por ahí. Aunque por desgracia suelen ser ellas quienes acaben en el hospital.
Muy bien narrado, la perspectiva de un niño siempre transmite ternura.
Muchas gracias Rosa por tu comentario. Nos seguimos leyendo