03. Supersticiones ( Fernando Garcia del Carrizo)
Se santiguó tres veces al arrodillarse. Delante de múltiples estampitas con vírgenes de su devoción comenzó sus oraciones, pidiendo suerte, serenidad y saber estar para poder salir triunfante. Contempló a San Pancracio por el que tenia especial afinidad pues le había acompañado a lo largo de toda su carrera, en sus fracasos y en sus éxitos profesionales. Esa figurita se la había regalado su abuela y la había llevado consigo en todos sus viajes, colocando unas hojas de perejil cuando tenía algo importante. Terminó este rato íntimo rezando como siempre, cinco “avemarías”. Recogió su pequeño altar y lo guardó en la maleta. A continuación, leyó su horóscopo. Buenos augurios. Se contempló en el espejo. El traje le quedaba perfecto y se había puesto sus calzoncillos de la suerte. Nunca fallaban.
Mientras apretaba una patita de conejo que llevaba en su bolsillo, escuchó su nombre y subió al estrado a recoger su merecido premio, a la par que el jurado explicaba las razones del galardón; “Por los múltiples avances descubiertos en materia de Física Cuántica y su enorme tarea divulgadora haciendo más comprensible la ciencia y el método científico para la población general, alertando del peligro de las pseudociencias…”.
Como dice el refrán: «No es lo mismo predicar que dar trigo», o también: «Consejos vendo que para mí no tengo. Desde luego, sus creencias íntimas en nada se parecen a los logros profesionales.
Un relato divertido y con desenlace bien oculto hasta el final.
Un abrazo, suerte y feliz año, Fernando
Muchas gracias Angel por tus sabios y acertados comentarios. Como siempre.
Feliz ano para ti tambien.
Un abrazo.
Fernando
Hola, Fernando.
Yo añado otro refrán a los ya mencionados por mi estimado tocayo: «A Dios rogando y con el mazo dando».
Lo que relata esta historia es un gran problema de incoherencia por parte de su protagonista.
Que tengas un gran año. Un cálido saludo.
Muchas gracias por tus comentarios.
Saludos cordiales
«Has lo que yo digo, no lo que hago» Pero escucha mi verdad, dado que soy quién conoce la respuesta. Muy político tu personaje y por lo que leo le va muy bien… Espero que a ti también. Un abrazo.
Gracias por leer y comentar .
Saludos cordiales
Fernando,
Tu historia está muy bien contada y además no la veo tan extraña.
Dentro de mi grupo de buenos amigos, el matrimonio formado por una física y un matemático, con pensamientos muy bien desarrollados y que nos ayudan en muchas circunstancias, resulta que ellos, son los únicos católicos-practicantes y creyentes sin ningún planteamiento de duda. No es un hecho tan extraño.
Un saludo. Nos leemos
Hola Isabel Cristina.
Muchas gracias por tus comentarios. Lo que pretendia expresar en el relato era el componente supersticioso de las creencias del personaje( santiguarse tres veces y no cuatro, rezar cinco avemarias y no tres, horoscopo, patita de conejo, calzoncillos de la suerte) mas que cuestionar sus creencias. Estoy de acuerdo contigo que es perfectamente compatible ciencia y religion, pero queria jugar con la incongruencia de metodo cientifico y supersticiones.
Saludos cordiales
Tu personaje: todo ciencia, ánalisis, datos… se mueve en el terreno de la incoherencia al mezclar supersticiones, con crencias alejadas de la ciencia.
Aunque en el mundo real existen muchas personas así. Suerte. Un abrazo
Los polos opuestos se atraen, quizá sea eso la razón que le permite a tu protagonista estar tan equilibrado en el desarrollo de ese trabajo, y tan dispuesto a creer en cualquier tipo de suerte al mismo tiempo. Al final, los seres humanos somos una permanente fuente de sorpresas.
Mucha suerte para tu relato, Fernando.