38. Teníamos… unos amigos animalistas (Rosy Val)
Todo terminó entre las dos parejas una semana después de que una de ellas aterrizara de su luna de miel. Luna de miel que disfrutaron durante siete kilométricas semanas visitando el país. Opinaban que realizar viajes allende los mares, de interminables horas, agotadores vuelos y pesadas escalas —teniendo en cuenta lo que aún les quedaba por descubrir dentro de nuestras fronteras—, no tenía perdón ni explicación. Recorrieron España de este a oeste, desde el norte hasta Andalucía y allí se enamoraron de Sevilla, donde llenaron de souvenirs el maletero de su ranchera para familiares y amigos.
—¡Pues no entiendo por qué se han ido así!, exclamaba Roberto con cara de asombro ante la estampida de Manuel y Chema.
—¡Yo tampoco sé qué mosca les habrá picado!, se extrañaba Pilar con la boca abierta de par en par.
—¡Están tontos o qué! Regalarnos tamaña barbaridad, ¡precisamente a nosotros!, ¡y de la Maestranza… con sus banderillas y todo!
Nadie debería discutir a causa de sus opiniones, si acaso de forma pacífica, siempre con respeto. Regalar una figura de toro por muy típico que sea, no parece haber sido un descuido, sino una declaración de intenciones y una falta de respeto de una pareja hacia otra, que seguro que se conocían bien. La ruptura y el fin de la función estaban cantados.
Un relato sobre la quiebra consciente de una amistad. Me ha recordado un poco a cuando John llevó al estudio de grabación a Yoko Ono, consciente de que ello simbolizaría el fin de la banda.
Un abrazo grande y suerte, Rosy
Cuando alguien te conoce bien, sabe también cómo hacerte mucha pupa.
Muchas gracias, Ángel, un vez más dando en la diana. Gracias también por ese dato, que desconocía, sobre los Beatles.
Un besote grande.
Desde luego, qué poca sensibilidad, con amigos así no se necesitan enemigos.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias, Rosalía, por dedicarme tu tiempo.
Un abrazo grande!
Hola Rosy una casi comedia de enredo entre estos pintorescos personajes que nadie termina de deshacer de manera afable y al final, pasa lo que pasa, que uno está harto de que le traten sin respeto. Que les zurzan se dirán entre ellos. Suerte, abrazos
La verdadera amistad se demuestra respetando las ideas del otro, aunque no te cases con ellas.
Muchas gracias por comentarme.
Un besote.