55. La sonrisa
Se había especializado en razas extintas y al investigar la del planeta Tierra se sorprendió de la semejanza de los terrícolas —aunque de carcasa menos... Leer más
73. La espera
Vuelvo a casa. Las coloridas bolsas, que celosas compiten con el brillo de la ciudad, esperan atrás en mi coche. Nieva. La gente embutida en... Leer más
51. La añada
No es del pueblo, lo acaba de descubrir y le gusta. A ella le atrae lo de fuera, lo diferente. Y no hay rubio con... Leer más
43. En la residencia de papá (Rosy Val)
Antes era distinto. Me presentaba sin avisar y lo encontraba en la sala haciendo corrillo con sus compañeros. Salíamos a pasear por el amplio pasillo... Leer más
21. Recuerdos de mi primer reloj (Rosy Val)
Con chaqueta y falda azul, calcetines blancos y zapatos marrones, caminaba por el aeropuerto custodiada como una presa. Cuando la azafata cogió mi mano las... Leer más
59. Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos que me la guardan (Rosy Val)
Esperaba a que mamá se fuera para levantarme y comprobar que estaban ahí, uno en cada esquina, mas nunca hallé ninguno. Aún así yo insistía... Leer más
49. Corazón congelado (Rosy Val)
Resolvimos cambiárselo a todos los terrícolas que restaban. En su lugar les trasplantamos otro fabricado con rosas de Jericó, bayas de açai y algas del... Leer más
27. Nadie te echa de menos (Rosy Val)
Igual es casualidad, pero últimamente ha empezado a venir gente a casa; nuestros padres, mis hermanos, los tuyos, y algunas tardes nuestros hijos invitan a... Leer más
60. El paraguas vengador (Rosy Val)
Lleva toda la mañana triste y al ir a colgarse el bolso se le ha escapado un gemido de dolor. Se ha ido a trabajar... Leer más
48. El gordo de la lotería
Hay que ser majadero. Quién mejor que ella para aguantar mis complejos y este humor mío que sube y baja más que la bolsa; los... Leer más