91. Terciopelo azul (towanda)
Si viera, madre, las mordeduras que me hicieron los zapatos… Tuvo usted tino cuando dijo que eran pequeños, pero me encapriché y no podía dejarlos allí. Qué bien sientan con el vestido azul, el ajustado de terciopelo, que me cosió cuando vino del pueblo. Hasta contorsionismo hago para subirme la cremallera. Cuando termino, tengo las mejillas tan sonrosadas que ni colorete me pongo. Apenas, un poco de rouge en los labios. Con discreción siempre. Como a usted le gusta.
Hace unos meses, al salir del hospital, me encontré con Pepita, la hija del Antón. Ahora se llama Carla y es rubia. Me ofreció trabajo, pero, tranquila, solo por las noches para poder continuar mis estudios de peluquera. Pagan bien, madre. Muy bien. Así que no necesito que vuelva a enviarme dinero. En cuanto ahorre un poco, lo dejo, corro a buscarla y me la traigo conmigo para montar la peluquería. La extraño cada día. Tanto.
He dejado crecer mi pelo. Se va a alegrar cuando vea lo bonito y brillante que lo tengo.
Aunque se lo prometí, todavía sigo fumando. No se disguste. Me da seguridad para afrontar este cambio.
Sabe, madre, estoy feliz… Ayer me confundieron con una chica.
Es impresionante tu manera de guiarnos por una historia que siempre acaba teniendo un matiz sorprendente, algo que no te esperas. Enhorabuena y mucha suerte.
¡Maravilloso!
¡Qué arte tienes para mostrarnos vidas difíciles! Vas desgranando pequeños detalles, con tu particular forma de contar, que nos llevan a la composición de la realidad de alguien que no lo tiene fácil, con un final que le da una vuelta más.
Genial, Towi. (Te recuerdo que me debes unas cañas, jaja, a ver cuando hay ocasión
🙂
Un beso y feliz año!!
Carme.
towanda, muy sencilla, y cargada de imágenes,la forma de presentarnos a tu personaje. Suerte, abrazos y felices fiestas
Muchísimas gracias, a las tres, por acercaros a comentar. Llevaba mucho tiempo sin aparecer por ENTC, pero me acuerdo de las cañas que debo a Carme, me encantaría comerme unas croquetas de jamón serrano hechas por Bea y adoro los comentarios de Calamanda.
Un abrazo inmenso y Feliz 2020.
Bello relato sobre el amor y la complicidad maternofilial. Así se puede superar cualquier adversidad y discriminación. Muy bien construido, dosificando la información hasta el remate final. Enhorabuena, Towanda.
Un abrazo y mucha suerte.
¡Feliz 2020!
Una historia redonda. Enhorabuena!
Muy bueno, Towi. Incluido en mi quiniela azul.
Un beso.
Me reitero.
Muchísimas gracias, Josep, Isabel y Rafa.
Un abrazo de 2020.
Luego de tanto fuera de la página entro y leo esta historia de madre e hijo que sorprende en un final inesperado. Excelso querida amiga!!
Un abrazo y mucha suerte.
Gracias, siempre, Moli.