50. TRADICIÓN 2.0 (Belén Sáenz – Fuera de concurso)
Los primeros compases del pasodoble que ejecuta la banda dan inicio al festejo, y ninguno de los curiosos que se empiezan a congregar parece notar que son autómatas recién llegados de Tokio. Mientras, el technical consultant de Virtual Capea Inc. repasa los últimos preparativos para la lidia: Activados los audios de mugido de los morlacos animatrónicos. Sincronizados los efectos de destello del estoque y salpicaduras de sangre. Programado el holograma del alguacilillo mostrando las orejas y el rabo cortados. Quizás hoy los vítores le permitan estrenar la app de apertura de la puerta grande. La tecnología nunca ha fallado hasta la fecha, pero no puede por menos que estar inquieto. No ha tenido más remedio que ceder ante la bravuconada del desconfiado alcalde de la villa. Si el espectáculo no agrada a los lugareños, se ha comprometido a ser el diestro único y protagonista según el sistema analógico tradicional que, en forma de ruedo portátil y seis toros, seis, criados en dehesa, aún se conserva en las dependencias municipales.
El mundo de los toros, hoy tan denostado en algunos sectores por el maltrato animal, podría tener un futuro evolucionado, manteniendo su tradición gracias a la tecnología, al menos de cara a la galería. Aunque es cierto que los puristas, como el alcalde, podrían alegar que no es lo mismo y exigir volver a lo de antaño, de ahí el temor fundado de tu protagonista, que no sabemos si es matador profesional, pero quizá ya deba ir haciendo un curso acelerado.
Un relato futurista y lleno de comicidad. Quién sabe si alguna vez no llegará algo así.
Un abrazo, Belén
Hola, Ángel. Muchas gracias por pasarte a comentar y siempre con una aportación que enriquece y enseña. Pues pienso que quizás sería interesante probar a ver qué sucede, ¿no? A lo mejor puede ser un paso intermedio, en el que no habría sangre animal ni humana, que ya es de agradecer, en mi opinión. Sobre todo mi protagonista estará encantado de que la cosa no vaya más allá del plano virtual. Un abrazo y gracias de nuevo.