57. UN AMOR SIN MEDIDA
Creció tan desmesuradamente en el vientre de su madre que a los cuatro meses lo reventó. A su primer llanto no le acompañó una explosión de alegría, sus padres al verlo, atónitos ante tan descomunales dimensiones, pusieron cara de funeral.
No había duda de que era un estorbo, su madre no paraba de quejarse por todo, porque pesaba mucho, comía mucho, gastaba mucha ropa… Ya en la guardería fue un bicho raro, el gallo entre los polluelos. Y, después, en el colegio, como todos lo rechazaban y no paraban de insultarlo, se le quitaron pronto las ganas de estudiar y aún peor, de vivir. No vio otra salida que la de encerrarse en casa. Sus padres, desesperados, no sabían cómo deshacerse de él. Finalmente decidieron donarlo a la ciencia y lo dejaron en un laboratorio que investigaba cómo modificar el tamaño de los humanos. Allí conoció a la mujer más pequeña del mundo, con la que, en breve, se casará. Cuando los científicos les comunicaron que con los avances existentes ya era posible convertir a los gigantes en enanos y a los enanos en gigantes, decidieron quedarse como estaban, habían comprobado que el amor no entiende de medidas.
No sé si le sucederá a más gente, pero en mi caso puedo decir que cuando veo una pareja que se sale de los estereotipos pienso que son valientes y que lo suyo tiene visos de ser verdadero y auténtico, por ejemplo: mujer alta-hombre bajito.
El envoltorio que nos ha tocado en suerte tiene su relevancia, pero lo que de verdad debería de importar, aunque suene a tópico, es el interior, los sentimientos, de los que tu protagonista en especial, junto a su pareja, parecen estar sobrados, además de haber superado el miedo a ser diferentes, a la tiranía de la opinión ajena.
Un relato para todos los públicos, con conflicto superado, buen resultado final y un trasfondo interesante, con un título de lo más apropiado.
Un abrazo y suerte, Almudena
Muchas gracias, Ángel. Siempre haces unas lecturas muy interesantes de todos los relatos. Nunca podremos agradecerte lo suficiente tu enorme generosidad.
Un abrazo.
Un título redondo para un relato con mensaje.
Muchas gracias, Edita por leerlo y por tu comentario.
Un abrazo
Almudena, ¡cómo me gusta esta historia de amor que has querido contarnos! Sencilla, que no simple, y hermosa en su mensaje, con una frase final que es el perfecto remate. Y como un plus, ese título que, nunca mejor dicho, le viene a la medida. Te deseo mucha suerte en la selección final y en cualquier caso, te felicito por este acierto.
Muchas gracias , Alberto , por este comentario tan elogioso, me pones colorada, la verdad. Me alegra mucho que el relato te haya llegado, es lo que buscamos todos los qué escribimos, para mí ya es un premio.
Un abrazo
Un cuento perfecto, Almudena. Una historia que en su aparente sencillez encierra un pensamiento inmenso, una idea genial. Aplausos, suerte y abrazos.
Muchas gracias, Rafael, por tu comentario, no creo merecer tanto, eres muy amable.
Me alegra mucho que lo hayas leído y que tengas tan buena opinión, ayuda bastante a seguir contando historias.
Abrazos.
Una historia de amarga niñez que acaba con un amor verdadero. Redonda, con un título y un final muy buenos que me gustan. Gran mensaje y perfectamente contada. Mucha suerte y un abrazo, Almudena.