Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

57. UN BÁLSAMO CONTRA LA VANIDAD (Belén Sáenz)

El repartidor lanzó el paquete a la ínsula, sin esperar a que le firmaran el recibo, y se alejó con su moto en la misma nube de polvo que le había traído.

El gobernador Panza extrajo cuidadosamente tornillos y tablones imitando la sonrisa ladeada de la caja. Gracias a los dibujos del folleto fue capaz de ensamblar los tramos, incluso instalar la iluminación de emergencia. Ya tenía su escalera de caracol, con una barandilla funcional pero elegante, para arengar desde las alturas a sus súbditos. Los hombres más fornidos de Barataria la enderezaron y todos lo celebraron con danzas y cánticos hasta la extenuación. Al término de la tercera luna, un chiquillo gritó: Y ahora, ¿dónde la apoyamos? En aquel erial, los escasos árboles estaban a cientos de metros de distancia de las casas.

Sancho, negándose a asumir responsabilidad por el quijotesco pedido, decretó que la estructura quedara olvidada bajo los excrementos del gigante Caraculiambro y se durmió plácidamente.

Roncó y babeó hasta que don Quijote, que se las daba de guasón, se las ingenió para recostar contra su barriga la escalera y avisar al rey de las chinches para que subiera a arengar desde las alturas a sus súbditos.

1 Response

  1. Ángel Saiz Mora

    Como dice el dicho: «Si quieres conocer cómo es Fulanito, dale un carguito». Al bueno de Sancho, eso de ser gobernador de una ínsula se le ha subido a la cabeza, tanto, que quiere que la suya esté más alta que la de ninguno de sus siervos, para que no haya duda sobre su autoridad. La puesta en marcha del proyecto de montar una escalera resulta peregrina, pese a ser servida con diligencia por Amazon y sus cajas con sonrisa corporativa. Sin embargo, don Quijote, menos solemne de lo que ha sido, se vuelve guasón y, solo por divertirse, repite la jugada con chinches, pues de la vanidad nadie se libra. El caballero es realmente sabio, Sancho, al final, también, pues olvida la idea y se echa a dormir.
    Un relato muy original, Belén.
    Un abrazo y suerte

Leave a Reply