34 UN ROSA MÁS OSCURO (Carmen Cano Soldevila)
No entiendes cómo has llegado hasta aquí, pero estás decidida.
Fuiste educada para que tu vida fuera de color de rosa, el de tus vestidos y tus lazos. El que elegiste para la tarta de boda y las paredes del dormitorio.
Hace tiempo que te encoges de dolor y maquillas tu rostro para ocultar el tono morado.
Al fin hoy has salido de compras y has regresado con un pequeño revólver en el bolso y una sonrisa nueva en tus labios magenta.
Estamos orgullosos de ti. Nosotros nos encargamos del resto, cariño.
La violencia nunca debería de ser una opción a tomar, pero nadie trndría que tener que soportarla, de ahí que la ley contemple el comcepto jurídico de la legítima defensa.
Un relato sobre cómo una situación límite puede cambiar a las personas, por pura supervivencia.
Escribo con el móvil desde un autocar, ruego disculpes las posibles erratas.
Un abrazo grande, Carmen. Suerte con este buen e intenso relato
Muchas gracias por tus palabras, Ángel, que me llegan cercanas desde ese autocar.
La protagonista se excederá en esa legítima defensa aconsejada por sus más queridos protectores.
Un fuerte abrazo de vuelta.
Tienes la capacidad de hacer que lo difícil parezca fácil. Un relato breve en el que las líneas y las entrelíneas te llevan por distintas etapas vitales y emocionales de un personaje que se ha atrevido a conocer su final, por fin, feliz. Y a mi me gusta mucho. Esa venganza rosa con revolver es lo más romántico que he leído últimamente. Un saludo, Carmen.
El color rosa va asociado a las historias de corte romántico. En esta ocasión la protagonista escoge un tono más oscuro para el desenlace.
Muchísimas gracias por comentar y leer entre líneas, Bea.
Un gran abrazo.
A veces, la vida en lugar de rosa se viste de púrpura. Hay que luchar para erradicar esta lacra, aunque a tu protagonista parece que no le han dejado otra salida.
Buen relato de denuncia, Carmen. Te deseo muchísima suerte.
Besos apretados.
El color rosa de la vida de la protagonista, educada desde ese prisma, se tiñe de oscura sangre en el planificado desenlace. No sé muy bien si es un relato de denuncia. Hay una dudosa autoridad moral.
Muchísimas gracias por tu comentario, Pilar.
Besos.
El rosa poco a poco se va oscureciendo hasta convertirse en negro en esta historia que cierra augurando una tragedia que es casi a la vez un final feliz. Una historia dura contada en pocas palabras. Un abrazo, Carmen.
I Muchas gracias, Alberto. Todos deseamos un final feliz para la protagonista, aunque pase por ese color negro.
Un fuerte abrazo.
Que el tono sea más claro o más oscuro, tanto en el color como en la vida, hace toda la diferencia, y este rosa devenido en morado es prueba de ello. Un final de impacto, máxime teniendo en cuenta la frase que cierra el micro.
Muy bueno, CARMEN; te felicito.
Cariños,
Mariángeles
La frase final nos descubre a otros personajes. Muchísimas gracias por tus palabras y tus buenos deseos, Mariángeles.
Besos.
Cuando las personas que han sufrido la violencia en la pareja lo reconocen y buscan apoyo en otras personas están dando el primer paso para salir de la pesadilla. Tu protagonista ya no está sola. Muy buen uso del color en sus distintas tonalidades.
Un beso, Carmen.
Ese reconocimiento es, como dices, el primer paso indispensable. Los consejos y la ayuda de sus cómplices oscurecen el desenlace.
Muchísimas gracias por tus palabras, Asun.
Besos.
Terrible final que, sin que sirva de precedentes, aplaudo.
Besosss
Tan terrible, que solo lo aceptamos como legítima defensa, aunque nos quede alguna duda.
Muchísimas gracias, Nuria.
Besos.
Terrible, no el relato, lo que narras. Muy bueno. Un beso.
Tantas vidas terribles, tantas muertes…
Muchas gracias, Maite. Besos.
Tú relato está perfectamente escrito. Tocas un tema tan trágico como actual y lo plasmas con tu habitual maestría. Aparte de esto, ese final me parece una verdadera maravilla. Muy original y acertado.
¡Bravo, Carmen!
Un beso.
Pablo
Muchísimas gracias por tus generosas palabras, Pablo.
Celebro que te haya gustado, especialmente el final.
Besos.
Hola, Carmen.
Un relato bastante corto en el que, sin embargo, se cuenta una historia con recorrido e intensidad. El tema que tratas es, tristemente, común y actual. A mi con estas cosas se me pone la piel de gallina. En mi cabeza no cabe que se pueda hacer daño a nadie, ojalá viviéramos en un mundo de color de rosa.
Espero que estés muy bien. Un cariñoso abrazo.
Siempre es un tema actual, por desgracia. Nadie con un poco de ética y sentido común puede entender estas atrocidades. Aquí la protagonista está dispuesta a no ser una víctima más.
Muchas gracias por tus palabras y tu visita, Ángel.
Un fuerte abrazo.
Un relato breve y de impacto asegurado. La víctima se convierte en verdugo o eso parece, porque ese «nosotros nos encargamos del resto» final me deja pensativa. Y me pregunto quienes son ese «nosotros», la sociedad tal vez… Despeja mis dudas, Carmen por favor.
Suerte y besooo
Así es, Anna. La víctima está decidida a convertirse en verdugo. Tiene unos seres cercanos que colaboran con ella. Son los inductores y sus cómplices, la tratan con cariño…
Espero haber respondido a tu pregunta, aunque cada lector pueda darle una identidad a ese «nosotros».
Muchísimas gracias y besos.