16. Un secreto enterrado
Aquella calurosa tarde, un arbusto de pitiminí que había en medio de las vides fue el origen de su discusión. Ninguno de los dos sabía que estaba allí para controlar las plagas, así que pasaron horas decidiendo si lo dejaban o lo quitaban. En vistas de que no llegaban a un acuerdo, pensaron que lo mejor era dejarlo donde estaba. Y ellos, cansados de discutir, optaron por cortar por lo sano y separarse. El rosal intruso, como ellos le llamaban, marcaría una imaginaria línea divisoria a lo largo del viñedo. Ella eligió las tierras en la zona norte y él se quedó con las que miraban al sur.
No volvieron a hablarse hasta la siguiente cosecha cuando el embrujo de la vendimia propició una reconciliación. Y lo celebraron como siempre, ella brindó con vino tinto y él con un rosado.
Afortunadamente, las rosas que originaron todo el fregado continuaron creciendo sin complejo entre las parras. Y al final les cogieron cariño, su color carmesí servía de inspiración para los poemas de amor que escribía Bonnie mientras Clyde se dedicaba a regarlas y abonarlas. Sabían que nadie encontraría el cadáver del bodeguero que enterraron bajo el rosal, aquella calurosa tarde.
La pareja de delincuentes más famosa de todos los tiempos solo podía terminar entre rejas o peor, o, tal vez, convenientemente ocultos donde no se les pudiera encontrar. Nadie los imaginaría como agricultores y bodegueros.
En esa nueva vida y pese a alguna desavenencia, comparten su unión mítica a prueba de todo, también algún que otro oscuro secreto, que lejos de remorderles, es motivo de inspiración poética y afición jardinera, también la muestra de que algunos abonos son muy efectivos.
Un abrazo y suerte, Aurora
Brevísimo relato Aurora, felicidades!
Ángel,
Me parece increíble como comentas, pero realmente lo que más me gusta es la atención con la que lees los textos.
Sinceramente, muchas gracias.
Un abrazo
Javier,
Muchas gracias por leer el texto!!!
Abrazos
Los mejores paisajes son los que evocamos durante la lectura. Los libros siempre son un refugio seguro.
Suerte y abrazo, Aurora.
Anna,
Qué feliz me haces con tu comentario, de verdad. Y tienes toda la razón, los libros son un excelente refugio.
Muchas gracias y un abrazo
Bonnie y Clyde convertidos en bodegueros y con rosal por medio con sus flores y espinas, había que escribir esta historia y contar este escenario para darles un universo paralelo con su oportunidad a esta pareja legendaria.
Buen texto, Aurora. No recuerdo haberte leído por aquí pero espero seguir haciéndolo.
Un saludo.
Manoli
Qué sorpresa me has dado con tu comentario, me encanta ese detalle que mencionas del rosal,tanto con sus flores como con sus espinas,qué cierto es verdad?
Muchísimas gracias
Vaya y parecían inocentes entre tanto arrumaco y vino. Ya ves que en cada escenario hay oculto un secreto que, a veces, muere con el perpetrador del mismo.
Una mezcla, lo tuyo, de fantasía, realidad, amor y odio. Muy bien escrito.Enohrabuena.
Mercedes, qué ilusión recibir tu comentario, tienes razón una mezcla de todo he intentado poner,he hecho un menos es más!
Muchísimas gracias por leerlo.
¡Qué final tan inesperado para esta pareja tan famosa! Esta historia te deja una sonrisa en los labios, al imaginarlos cambiando las pistolas por las azadas. Una narración muy original, Aurora. Un abrazo. Gloria Arcos
Gloria,
Qué amable, muchas gracias por tu comentario, me alegra mucho!
Abrazos