06. Una de Bécker (Jesús Alfonso Redondo Lavín)
Celia vio por primera vez, a sus cuatro años, cómo a mediados de marzo, apareció una golondrina que presurosa se afanó en juntar bolitas de limo y pajas hasta terminar un nido escondido bajo el alero del caserío. Luego llegó mamá golondrina que no salió del nido hasta que nacieron cinco boquitas chillonas. La niña se pasó toda la primavera atenta al trajín alimentario de aquellos animalillos. Ellos la tomaron como una más en el nido y cuando salieron a volar, planeaban en derredor de las coletas de la pequeña. Quiso hablar con ellas y aprendió el trisar de las golondrinas y lo logró modulando los tonos de su dialecto abriendo y cerrando la boca mientras frotaba un globito de goma sobre sus dientes húmedos.
Aplaudía con sus manos cuando, en el lavadero, planeaban sobre el agua marcando una estela lineal con su pico inferior. Y por las tardes, a la puesta del sol, para que no la picasen, limpiaban la nube de mosquitos del ventanal de su dormitorio.
En otoño llegaron los vientos y con las primeras celliscas se hizo el silencio.
—No llores Celina, no han muerto, se fueron; el año que viene, cuando vuelva el calor, regresarán.
«Volverán las oscuras golondrinas…», qué buena historia, que bien podría servir para que los niños, en el colegio, aprendiesen quién fue Becquer. No hay nada mejor que enseñar con ejemplos.
Un relato con formato de cuento, o sea, para todos los públicos, emotivo, sencillo, con mensaje y homenaje a uno de los mayores poetas españoles y del Romanticismo.
Un abrazo y suerte, Jesús
Te apuntas en este escrito al realismo mágico latinoamericano de la mano de golondrinas, Celia la de las coletas, Bécquer (¿lo de Becker tiene algún mensaje?) y las celliscas de otoño. Claro, sencillo, didáctico y cuento apropiado para niños. Es como un regalo. Pero tienes que ampliar la información sobre el artilugio del «tristar» (¿te has inventado la palabrita?) de las golondrinas con el globito de goma y el abrir y cerrar de la boca. O mejor; una demostración directa cuando puedas.
Hola Ángel. Gracias de nuevo por tus comentarios.
Gracias Miguel. La memoria esculpe palabras. el canto de la golondrina es el trisar y yo la había modernizado con el tristar. Ya lo he corregido. Ya te haré la demostración con un globito pero que sea con uno de goma de cumpleaños, no con gomas de otros usos.