30. UNA ESTRELLA FUGAZ (Salvador Esteve)
Canturreaba recogiendo helechos para un conjuro de amor, cuando cazadores furtivos de su inocencia la violaron con crueldad. Su vientre aumentó. Avergonzada y temerosa, contó una historia increíble: la habían abducido. Fue la comidilla del pueblo y las habladurías se dispararon, “Mariana, por fin, había retozado con mozo”.
La sonrisa huyó de su rostro y solo volvió cuando nació su hijo. Siempre le dijo que era especial, pues su padre era un ser venido de las estrellas; él la creyó, pasó su infancia soñando surcar el espacio hasta encontrarle.
Aguantaron burlas, insultos, desprecios, pero el tiempo apacigua maldades. Mariana murió, y el pequeño se hizo hombre. El espejo le devolvía una anodina existencia que abrazó sin queja. Casó con la hija del boticario, mujer de corazón bello que le dio dos hijos. Hombre parco en palabras, les inculcó la tolerancia, pero, sobre todo, el coraje de abrir sus alas y volar en busca de sus sueños.
Hoy, solo, sentado en el porche con la compañía en sepia de su mujer, mira al cielo, como cada noche, esperando una luz viajera; su madre le dijo que era especial y él la creyó.
Los párpados lastrados de vida se le van cerrando.
Salvador, estupendo relato, has abordado con originalidad el tema propuesto. Con habilidad nos conduce por el transcurrir de la vida de tu personaje y su madre, víctima de esos “cazadores furtivos de inocencias”, me gusta esa metáfora o más bien eufemismo, para llamar a unos degenerados. Muy bueno, te deseo suerte.
Saludos.
Muchas gracias por tu comentario, Beto, te confieso que a mí la ciencia ficción me gusta mucho pero el relato me llevó por un derrotero más humano y terrenal. Abrazos.
No todo el mundo sabría dar la vuelta a una acción depravada para transformarla en algo positivo. Ahí está Mariana, que ha sabido sobreponerse e inculcar a su hijo buenos mensajes, sobre todo el de que es especial, como todos lo somos, pero necesitamos que alguien importante nos lo diga con convicción para creer en ello y, a su vez, transmitírselo a otros y ser capaces de grandes cosas. Alguien que predica la tolerancia, abrir las alas y volar en busca de sueños ha triunfado y puede esperar tranquilo que una estrella fugaz anuncie su viaje a la eternidad.
Un abrazo, Salvador. Suerte
Fruto de la maldad, pero de tanta malicia siempre surge gente buena, gente especial que nos reconforta. Seguro que esa estrella lo ha subido en su estela para llevarlo de la mano hacia una nueva vida. Muchas gracias, Ángel, por tus palabras. Abrazos.
Tras la fantasía del origen del personaje, varias historias más, en segundo plano, sobre la mezquindad del ser humano.
Me ha gustado mucho, Salvador.
Suerte.
Cierto, Rafa, la mezquindad se respira en el relato, pero he querido dar un mensaje de optimismo; personas que viajan por el espacio de la vida siendo especiales simplemente por ser buenas. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
¡Qué bonito y emotivo, Salvador!. Un cuento lleno de fantasía y cruda realidad.
Resalto: «Los parpados lastrados de la vida se le van cerrando».
Te deseo la mejor de las suertes.
Son justamente esos tres conceptos que tú nombras, realidad, fantasía y emotividad, los que quería que sustentaran el pulso del relato. Muchas gracias por tus palabras, María Jesús. Abrazos.
Preciosa historia Salvador.
Consigues que algo tan terrible como una violación se vaya transformando en dulzura conforme va avanzando el relato.
Me gustan las imágenes que nos dejas, como ese color sepia o el broche final, una frase que es todo poesía.
Un abrazo y mucha suerte.
Así es, Mª Belén, todo el odio que podía albergar ha sabido transformarlo en amor hacia su hijo, y este ha hecho honor a ese amor incondicional con integridad ante la vida. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Una estrella fugaz, una ilusión que Mariana plantó con mimo en la mente de su hijo y que le permitió vivir lejos de la vejación de la que fue víctima. Hay imágenes preciosas en tu micro, pero si me lo permites, me quedo con la «compañía en sepia de su mujer», una metáfora preciosa y muy visual.
Besotes
Una idea te puede hacer libre y también adormecer realidades, pero salir airoso e investido de integridad es la hazaña. Yo me quedo con la imagen de tus palabras. Muchas gracias, Izaskun. Abrazos.
Me ha gustado mucho Salvador. Le encuentro mucha profundidad a tu historia y además la voz está muy cuidada. Da que pensar. Cuánta gente maquilla realidades tristes con fantasías y sueños. Muy bueno. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias, Juan Antonio, que te haya gustado es para mí una gran satisfacción, y para el relato un valor añadido. Abrazos.
Hermoso y triste al mismo tiempo.
Supongo que la metáfora sobre su mujer significa que se marchó antes que él.
Suerte Salvador
Muchas gracias, José Ángel, por tus palabras. Cierto, su mujer ya murió, sus hijos volaron y él se apaga como vivió, sin hacer ruido. Abrazos.
Muy delicado tu relato con ese huérfano de las estrellas. Has sabido llegar a nuestro corazoncito. Besos y suerte, Salvador.
Si te ha rozado un poquito el corazón, me doy por satisfecho. Muchas gracias, Belén, por tu comentario. Abrazos.
Hola, Salvador.
Reflejas en tu micro a una madre que supo transformar un hecho trágico en un acto de amor, algo que no siempre puede resultar sencillo.
Me gusta mucho esta frase, tanto que me ha puesto los pelos de punta, «su madre le dijo que era especial y él la creyó».
Un micro cargado de ternura con un tema que no es nada sencillo tocar sin caer en lastimerías (no sé si existe esta palabra).
Mucha suerte y muchos abrazos.
Muchas gracias, Towanda, por tus palabras. Buceando en los sentimientos del protagonista, creo que se creía especial por tener esa madre que le supo inculcar valores, en esta jungla, ya tan escasos. Abrazos.
Precioso relato, Salvador. ¡Cuántas madres solteras, de tiempos atrás, habrá contado historias mágicas a sus hijos, para hacerlos sentir bien! Ensoñación y realidad… ¡Enhorabuena! Saludos.
Muchas gracias, María José, por tu comentario. Adormecer realidades para despertar, poco a poco, ante la vida. Abrazos.
Qué buen micro, Salvador. Nos narras la vida normal y fugaz de una estrella sin nombre, nacido de la barbarie, y que animado por su madre y pese al resto de la gente, creyó siempre ser “espacial”. Me ha gustado mucho. Un beso.
Coraje, bondad e integridad, irremediablemente, le hacen especial en este nuestro mundo tan carente de ello. Muchas gracias, Inma, por tus palabras. Me alegro mucho de que te haya gustado. Abrazos.
Hasta en lo tremendo, se puede encontrar belleza. En esta historia queda demostrado.
Suerte.
Cierto, belleza limpia y sin recovecos de las buenas personas. Muchas gracias por tu comentario, Cristina. Abrazos.
En tus relatos siempre dejas frases bordadas. Esta vez te has pasado: encaje de Camariñas, por lo menos. Muy bueno.
Edita, a lo máximo que llego es a hacer punto bobo, jajaja, pero muchas gracias por tus halagadoras palabras. Abrazos.
¡Qué cosa más bonita, Salvador!
A tus pies.
Feliz de que te haya gustado, Margarita. Muchas gracias por tu visita y palabras. Abrazos.
Tu personaje, como el mío, está bendecido por su madre, por tanto, aunque le pesen los párpados debe estar feliz la haber conseguido una compañera maravillosa y ha dejado a sus hijos una herencia preciosa en vida, la libertad y la tolerancia…¡ Cómo no estar feliz por ello! definitivamente cuando su madre le dijo que era especial, le confirió toda la confianza y todo el amor. ¡Qué más se puede desear¡
Muy bonito Miguel Ángel. Enhorabuena y suerte.
Por cierto, es curioso que cuando escribí Trazado Sinuoso en el blog de Mel y Paloma, tu fuiste la coordenada Y, y a mi entender, el que más se acercó a lo que quería transmitir con el mismo. Ahora, de algún modo, este relato tuyo también tiene que ver mucho con el mío.
Es curioso, sí.
Cierto, nuestras protagonistas son luz y guía para sus hijos, acompañándolos en sus «trazados sinuosos». Aún recuerdo el placer de comentar tu relato en el Microscopio, Mercedes. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Tu relato engancha desde las primeras frases, Salvador, que destacaría como brillantes. Y es intenso en todo lo que nos cuentas. Resulta hermoso. Suerte y un abrazo.
La vida puede ser hermosa si se vive con rectitud, con la intensidad que da la integridad. Muchas gracias, Eva, por la visita y tu comentario. Abrazos.
M. Salvador, precioso relato repleto de esperanza y moralejas. Suerte y saludos
Muchas gracias, Calamanda, por tu comentario. La esperanza nunca debe faltar, nos da la fuerza para seguir caminando siempre hacia adelante. Abrazos.
Qué preciosidad de relato, Salvador. Me ha gustado muchísimo esta historia que comienza con esa madre que inculca a su hijo la capacidad de soñar y de que los sueños pueden ser reales y esa herencia él es capaz de transmitirla a sus hijos.
Ese final que has dejado en el relato es de traca.
Muy bueno, Salvador.
Un abrazo.
Pablo.
La capacidad de soñar y creer que nada es inalcanzable, tienes razón, Pablo, es lo que nos hace realmente especiales. Muchas gracias por tus palabras, y es un placer ver tu sonrisa y la de tu hijo. Abrazos.
Cuánto hay que hacer y decir para protegernos y proteger de la maldad que nos rodea!! Suerte
Besicos muchos
Un acto de bondad puede hacer caer castillos de maldad. Muchas gracias, Nani, por tu comentario. Abrazos.
Y es que, como muestra tu relato, Salvador, la vida está llena de criaturas oscuras, pero también alberga algunas almas puras y luminosas.
Saludos cordiales.
Cierto, Carles, haberlas haylas, pero cada vez más difuminadas en esta vorágine de tecnología e información que nos deshumaniza. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Toda una vida en doscientas palabras. Una vida y una verdad, las madres nunca mienten en los importante. M’agustao. Suerte.
Cuánta razón tienes, Javier, es un axioma irrefutable, nada como una madre. Muchas gracias por tu visita. Me alegra que te haya gustado. Abrazos.
Esto sí que es sentarse a escribir una historia, Salvador, y además bonita de verdad.
Me gusta especialmente la nobleza de tu personaje central y lo acertado del título, que deja su estela luminosa en la mente del lector justo cuando se cierran los ojos al protagonista.
Enhorabuena y mucha suerte.
Un abrazo.
Muchas gracias por tus amables y motivadoras palabras. Nobleza y coraje para afrontar la adversidad. Un verdadero placer que te haya gustado, Enrique. Abrazos.
Qué emocionante tu historia, que puede estar basado en tantas y tantas historias, de siempre. Pero la tuya es especial. Tu protagonista ha dejado una enseñanza difícil de seguir, porque el odio es, casi siempre, la herencia.
Un abrazo y un deseo, ¡suerte!
Así es Rosy, historias que por desgracia se repiten con demasiada asiduidad y en las que muchas veces los valores inculcados no se parecen para nada a los del relato. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Pues ya te lo han destacado los compañeros que han comentado con anterioridad. Nos dejas un relato especial, precioso, y con el que has sido capaz de tocar la fibra al lector.
Qué más se puede pedir. Yo no pediría nada más.
Enhorabuena Salvador.
Ton.
No lo dudes, Ton, si el relato alguna fibra os ha hecho vibrar es para mí el mayor de los premios. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Has hecho pasar esa estrella fugaz delante de todos nosotros para mostrarnos que se puede encontrar belleza en el estiércol. La desbordante ternura de tu relato está plagada de personajes imborrables que con sencillez consiguen convertir la vida en una senda de sueños. Salvador, tu relato es de los que, al terminar, obliga a respirar hondo.
Un abrazo.
Antonio, si un relato permanece en la mente del lector si quiera un segundo la historia ha saltado a la memoria y la transmisión de emociones se ha cumplido, que es el fin último de nuestros textos. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Superación, tolerancia y perdón, tres palabras que describen perfectamente el espíritu del relato. Muchas gracias por tu comentario, Ana. Abrazos.
No se puede añadir mucho a lo comentado, así que solo destacar el carácter de tu protagonista femenina, que queda perfectamente retratado mediante los valores que el hijo aplica a su vida y transmite a su vez a sus hijos. Preciosa la frase de cierre. Besos y suerte.
Valores que se transmiten y que, como tú bien dices, hay que refrendarlos ante la vida. Muchas gracias, Ana, por tu visita y por tus palabras. Abrazos.
Un entrañable relato, bien contado.
Felicidades, abrazos y suerte.
Encantado de que te haya gustado, María. Muchas gracias, por tus palabras. Abrazos.
Sin duda, Juan, lo tengo, pero está aquí, leyendo y disfrutando de vuestras historias. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Salvador, acabo de leer tu relato y me ha recorrido un frío por la espalda. Me ha gustado muchísimo la manera de ver esta propuesta, a la vez que me he recriminado «a mí misma» la falta de tiempo para leer todos los relatos. Me estoy perdiendo maravillas.
Mucha suerte. Abrazos.
Muchas gracias por tus amables palabras, Virtudes. Tienes toda la razón, somos esclavos del tiempo y en esta convocatoria hay buenísimos relatos. Abrazos y mucha suerte también para ti.
Es una historia a la vez triste y esperanzada, contada de manera muy hermosa. Encuentro musicalidad en mucho de sus párrafos.
Me gusta mucho como empieza, el vocabulario que usas, como si fuera una leyenda y me gusta igualmente bastante ese final.Te deseo suerte y te mando un abrazo.
El inicio es triste, pero la rectitud y la bondad impregnan de esperanza el relato. Muchas gracias, Antonia, por tus amables palabras. Abrazos y suerte también para ti.