126. Una fotografía
Leía, y al pasar la página del libro encontré una fotografía. Al observarla me vi en ella. El libro cayó al suelo y sus páginas volaron por la habitación. Mi interés se posó, entonces, en la fotografía de colores brillantes, fondo de espesa vegetación, casas de techo desteñido y paredes blancas. Un grupo de extraños personajes me acompañaba. Mi torso sobresalía debido a su elevada estatura, camisa floreada, cabello negro y una incipiente barba. ¿Dónde estaba? Fue como volver a un pasado olvidado. Sin quererlo, comencé a encogerme, como para entrar en la camisa floreada. Mis piernas se doblaron , las rodillas se pegaron al mentón. El cuerpo se fue desliando, y un pasaje de sólido a gaseoso, me introdujo en la escena en forma de humo indagador. Un canto en idioma ininteligible de mujeres chillonas acompañadas de panderos, me ensordeció. Los hombres parecían limpiar con plumeros los cuerpos de sus vecinos de danza…yo, los emulaba. Alguien me llamó con insistencia. La imagen se veló. Las páginas voladoras descansaban sobre la alfombra. Enfadado, comencé a recomponer el libro.
Fantasía e imaginación. Muy lindo.
Extraño cuento nos traes, Silvia. Sospecho que es onírico sobre posibles experiencias del protagonista. No llego a captar lo que quieres contar, pero los sueños son así. Me alegro de que vuelvas a participar.
Lo encuentro algo confuso, o quizás lo he leído deprisa.
Me cuesta cogerlo, pero sin duda es culpa mía. Creo ver el vínculo entre personaje, foto y libro, pero espero que nos los aclares si te parece. Insisto, culpa mía. Mucha suerte igualmente 🙂