17 Una vida en imágenes
Acudió a un estudio fotográfico porque quería un álbum de instantáneas de su vida. ¿Brillo o mate?, le preguntaron. Y también si era más de campo o de ciudad, retraído o expansivo, de ciencias o de letras. Necesitaremos tomarte algunas muestras y en una semana tendrás los resultados, le informaron.
Ahora una impostada vida se desplegaba ante él. Se vio con sus padres, en la facultad, junto a unos amigos, con su pareja, en una reunión familiar, durante un viaje exótico, trajeado en una ceremonia festiva. Todo bastante convencional. Pero así lo deseaba.
Luego se pondría por enésima vez una de sus películas favoritas: La invasión de los ladrones de cuerpos.
El sueño de poder sentirse diferente aunque sea en una fotografía, luego todo seguirá igual que siempre.
Un abrazo y suerte
Una nueva identidad para un despiadado asesino? Una vida llena para un pobre huérfano? Una existencia apacible para un ser atormentado? Se abren tantas expectativas en tu relato…
Mucha suerte!
Excelente película. ¿Era un ladrón de cuerpos falseando su inexistente pasado?
Muy inquietante, José Luis.
Un abrazo.
Las imágenes pueden falsificar una vida y de ahí a suplantar a personas, que se cuenta en la película, solo hay un paso, o ninguno.
Un abrazo, Carmen.
No sabemos de dónde viene este personaje, solo que se sirve del poder manipulador que, entre otros, tienen las imágenes.
Gracias, Paloma, por enriquecer tanto el relato.