45. VALIENTE
Tiene la costumbre de tirarse a la piscina, incluso sin saber si hay agua para flotar. Se pasa la vida nadando, es lo único que la puede salvar. Una vez más se ha pegado la hostia, y duele, pero por nada del mundo quería quedarse con la incertidumbre. Ahora está en pleno duelo, es pronto, aún necesita más días para recuperarse de una situación que ella sola ha creado. Sabe que pasará, que volverá a resurgir de las cenizas que queden después de ese fuego interno que la consume. Utilizará las armas reglamentarias. Llevar una fachada resplandeciente aunque por dentro esté apagada y oscura, pisar fuerte cuando camina aunque quisiera tirarse al suelo y echar a llorar, reírse con más ganas que nunca aún de las cosas más insignificantes. Cuando él aparece, un segundo corazón le late en el estómago que le hace sentirse débil y expuesta, pero sobre todo siente rabia, por no poder controlar la inundación que viene tras la tensión soportada, por la congoja que se le quedó en la garganta cuando ella vio esa expresión de tristeza en sus ojos, y esa frase que no pronunció : “ya lo siento chica, pero no va a poder ser”.
Tu protagonista siente rabia, sentimiento cercano a la ira, porque le afecta demasiado un rechazo. Trata de que no se le note de puertas afuera, pero la procesión va por dentro. Si su actuación es buena, parecerá una persona plena, sin carencias, despreocupada. Es valiente por no permitir que esa ponzoña se trasluzca. Ojalá que la máscara, con el tiempo, concuerde con su verdadero sentir interior, eso querrá decir que lo ha superado. Mientras, es más valiente de lo que cree, solo que no puede evitar sufrir, ser humana y sensible, ser la parte que ha perdido.
Un abrazo y suerte, Estíbaliz