112. VERDE
Manuel siempre había pensado que era muy triste tener un padre pobre. Con tan mala estrella que casi nunca nada le salia bien. Creía que por eso su mirada estaba cargada de dolor y perdida, como queriendo escaparse de su cruda realidad.
Vivían en un lugar donde el verde de la vegetación lo llenaba todo de ese color que llaman de la esperanza, estaba por todas partes.
A su corta edad sabia que tenia que agudizar mucho el ingenio para sobrevivir ante tanta escasez.
Esa tarde aburrido y cansado caminaba dando puntapiés a las piedras que encontraba en el camino, llamaron su atención unas medias movidas por el viento en un viejo tendedero. Por su color y textura se asemejaban enormemente a esas serpientes que de vez en cuando aparecían en la maleza y eran tan temidas.
Dando un salto la cogió y salió corriendo.
Cuando empezaba a oscurecer colocó la media rellenada y atada al final con un cordel de tal manera que parecía arrastrarse por el camino y esperó para dar un buen susto al primero que pasara.
El valiente le llamaban. Todo por que mató una gran serpiente pensando que era una media.