15. VIAJE CON NOSOTROS (Rafa Olivares)
Apenas falta media hora para el final del viaje y, como guía y responsable del grupo, recorro cada vagón haciendo recuento, despidiéndome de todos y dando las últimas recomendaciones. Algunos se encuentran en el vagón cafetería celebrando el regreso, el resto en sus asientos, charlando, leyendo o repasando las curiosidades del programa para contarlas a los familiares que les esperan en la estación. Esta vez vuelvo satisfecha. Las impertinencias han estado por debajo de la media. Solo dos llamadas al médico; una por el típico empacho de bufé y otra por olvido en la toma de las pastillas del azúcar. Al margen quedan las habituales quejas por la calidad de las comidas o por el abusivo precio de las excursiones opcionales.
Cuando llego ante Arcadio y Carmena, septuagenarios que dormitan abrazados, no puedo evitar una sonrisa de ternura. Recuerdo que llegaron solos y se conocieron al comenzar el viaje. Congeniaron enseguida. Al venir desparejados, les tocó compartir asientos en autobuses y mesas en restaurantes. También bailes en las verbenas nocturnas. Habitación solo durante los últimos tres días. Cierto celo profesional me inspira un esperanzado deseo: «Lo que el Imserso ha unido que no lo vayan ahora a separar sus cónyuges».
Me gustó.un desenlace explosivo. los viajes del IMSERSO son un desenfreno.
Sonrisas y flores Rafa.
Manuela
Los viajes del Imserso son una fuente de inspiración sin límites.
Gracias, Manuela.
Besos para tí.
El que esta pareja de ancianos haya viajado sin sus oficiales y respectivos cónyuges, denota que algo falla y quizá hagan bien en cambiarlos por alguien más afín, amante del romanticismo, los bailes y los viajes compartidos.
Un relato simpático y con logrado golpe final que no se espera.
Un abrazo y suerte, Rafa
Ya llegan a la ancianidad parejas más liberales que permiten a sus cónyuges viajar solos, a pesar de las muchas canas que tienen para lanzar al aire.
Gracias, Ángel.
Abrazo.
Dos viajeros emparejados y sin embargo solitarios. Es increíble cómo, en un viaje, el destino puede cambiar tu ídem vital. Me ha gustado tu relato, Rafa, con esa sorpresa que nos reservas al final, ¡suerte!
Al no ser siamenes tendrán más fácil cambiar su destino.
Gracias, Alicia.
Un beso.
¡Jajajaja! Sin duda, Rafa. Lo dicho, ¡suerte!
Ya les queda poco, que disfruten!! Suerte Rafa.
Besicos muchos.
Muy poco ya. Gracias, Nani.
Muchos besicos.
Hola, Rafa.
Qué historia tan bonita. Qué sutil y qué contundente es esta frase «habitación solo durante los últimos tres días». Y la final es ¡¡bomba total!
Enhorabuena, es delicioso.
Un abrazo gigante.
Gracias, Towi. Lo que puede suceder en un viaje del Imserso supera de largo cualquier ficción.
Besabrazos.