77. ¡VIVE LA FRANCE!
Un, dos, tres….Subió los peldaños despacio queriendo así alargar el tiempo, buscando en su memoria algún recuerdo que excusara su condena. Culminó el cadalso cansado, aturdido; el griterío de la gente era un rumor lejano y extraño ahogado por el retumbar de los tambores. Sin saber cómo, unas palabras brotaron de su boca: » Muero inocente de todos los crímenes que se me imputan». De un empujón fue colocado en la guillotina que cayó con un sonoro golpe. La cabeza, con los ojos saltones de sorpresa, resbaló de las manos del verdugo y rodando hasta la escalera, comenzó a bajar despacio los peldaños…Un, dos, tres………
Igual que alguien sube al cadalso y luego su cabeza rueda, se lanza una moneda al aire y cae. Suceda lo que suceda entre medias, todo tiene un principio y un fin, unas escaleras, reales o imaginadas, que son testigo del ascenso y del declive, que asisten indiferentes a la brevedad de una vida, en este caso, a la de unnoble en plena revolución francesa.
Un saludo y suerte, Estrella
Qué bueno, Estrella. Al empezar a leerlo he pensado que en unos micros el protagonista sube las escaleras, y en otros las baja. Pero en el tuyo hace las dos cosas, aunque la bajada solo la haga la cabeza.
Y, como Ángel, también entiendo que igual que se sube se puede bajar, y hay que estar preparado.
Un abrazo y suerte.