50. Volver
Volver a pisar aquellas calles que un día estuvieron llenas de voces y risas familiares. Y en las que ahora sólo hay ecos de un pasado ya lejano.
Volver. Para unir tus huesos con los de los tuyos, formando un enorme ovillo inacabable de nombres e historias, que siguen envolviendo y revolviendo recuerdos.
– ¿Estás segura de querer volver?
–Lo estoy.
– Ya queda menos. Durmamos un rato. Pronto descansaremos del viaje.
– Sí, esa es mi intención. Que, por fin, todos descansemos en paz.
Tras un viaje, siempre circular, haciendo bueno el dicho de que «la vida da muchas vueltas», el bucle termina cerrado sobre sí mismo, final y principio se fusionan. Lo que sube, baja; podríamos seguir con otras frases: quien se marcha, regresa; la tierra vuelve a la tierra y el polvo al polvo. No sabemos cómo ocurrirá ni tampoco es que importe. Lo esencial es que esta pareja de ancianos han pactado marcharse a la vez y adentrarse al mismo tiempo en un descanso deseado y merecido.
Me alegra volver a leerte, se echaban de menos tus letras.
Un abrazo, Esperanza
La inspiración me abandonó en verano. Poco a poco nos estamos reencontrando.
Gracias Angel.
Un abrazo.
Impresiona tu relato Esperanza. Esa frase final da mucho que pensar. ¿Vuelve con vida o ya sin ella, para que todos descansen? Me quedo con la duda. Me ha gustado mucho. Felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Pues la idea era que la pareja vuelve a sus orígenes, donde están (o estaban) todos los suyos.
Que un relato mío de que pensar e impresione al mismo tiempo deja una sensación curiosa.
Gracias Nani
Besos y suerte para tí.