Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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129. Motel Challenger (montesinadas)

La gran bola de fuego inundaba la pantalla de televisión y el reflejo iluminaba su cara. Los cosmonautas desintegrados, igual que su maquillaje. El estruendo de los motores, destruidos por control remoto, acompasados con el chirriar de los muelles de la cama. Los restos cayendo hacia el atlántico como sus pechos y yo entrando en el aire enrarecido de su atmósfera a la velocidad necesaria para liberarme de la gravedad de la tierra.

Ayudado por un viento lateral que me erizaba la piel desnuda aumenté la potencia, ella, que claramente dirigía el control de la misión, me pidió que acelerara.

-Date prisa, me dijo, los clientes esperan. Todo me empezó a temblar y no sé cuánto tiempo perdí el contacto con el exterior.

Me despertaron los amigos que habían organizado una operación de búsqueda entre las habitaciones del motel hasta que dieron conmigo. Me pidieron que saliera disparado, que abandonara el módulo ardiente donde había quedado atrapado, que mi padre, por aquello del cambio de las corrientes de aire había caído por allí como en paracaídas.

Ella, sin dejar de mirar las imágenes, recogió el dinero abrió la ventana y miró hacia el cielo que lloviznaba cenizas.

10 Responses

  1. Hola, Monte.
    Hacía años que no te leía y me alegro mucho porque me has hecho angustiarme. Menudo ritmo de vértigo le has dado al micro.
    Te deseo mucha suerte y te mando abrazos.

  2. Ángel Saiz Mora

    Dos realidades vertiginosas se superponen en planos paralelos sin que nada chirríe, más que los muelles de la cama, como corresponde. Por un lado, la televisión ofrece imágenes de una misión espacial que fracasa antes de su regreso al planeta. Por otra parte y al mismo tiempo, se produce otro viaje no menos intenso, que ha de ser interrumpido antes de que ocurra un encontronazo no menos sonado que el de los pobres cosmonautas.
    Siempre es un gusto leerte, Manuel.
    Un abrazo y suerte.

  3. María Jesús Briones

    Con tu historia he pasado de la angustia a la sonrisa. Fenomenalmente construida, Manuel
    Te felicito desde mi correo.

  4. El Sr. Montesinos tiene una manera muy particular y refrescante de contar, tiene mucho mérito cuando ya han pasado 128 historias y se contado lo mismo o parecido de muchas formas distintas. Entonces, llega él, y nos trae esto, simpático, ocurrente, fresco.
    Me gusta mucho, ¿se nota o qué?

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