12. El infarto
Miriñaques y polisones fueron convenientemente acomodados en el asiento del taxi. A la vez atusó su peluca de tirabuzones.
Media hora después subía las imponentes escaleras del Casino mientras se ajustaba la máscara.
En el salón de baile, varias parejas danzaban con Strauss de fondo. Esperaba que su amigo Paolo no tardara en llegar. Buscó su móvil, pero se lo había dejado en casa.
Sintió una mano en su hombro y al volverse un elegante caballero le hizo una reverencia. Paolo le pareció irresistiblemente seductor bajo su antifaz. Delicadamente la condujo a la pista central.
Bailaron. Girando y girando, de repente un beso robado, al que siguieron otros consentidos. Por fin se habían decidido.
De madrugada él la acompañó. Se despidieron en el portal, entre besos y jadeos. Al entrar en casa se quitó la máscara y vio el móvil. En un impulso lo cogió para invitarle a subir y poner así la guinda a una noche perfecta.
Había un mensaje de Paolo. Segura de que él quería lo mismo, lo leyó temblando de deseo:
“Niña, lo siento. No puedo ir al baile, mi padre ha tenido un infarto y está jodido en el hospital. Ve tú y diviértete. Hablamos.”
*Asunción Buendía.
Ese día la unidad de cardiología iba a estar ajetreada… Muy bueno
JM
Estoy de acuerdo con JM, espero que Paolo no se encuentre en esa unidad con la protagonista y que no le dé a él tampoco un infarto cuandos e entere de todo…
Ya ves Lorenzo, las máscaras propician estos enredos.
Saludos
Esto nos enseñará que antes de dar la mano a alguien hay que quitarle la máscara.
Claro que a lo mejor nos encontramos que debajo de la primera hay otra.
También puede que no queramos saber quién hay detrás de la mascara.
Y lo mejor «que nos quiten lo bailao»
Abrazos.
Pero, y el otro? mira tú que si era el amor de su vida!!! le pediría el teléfono por lo menos… jajaja
Un abrazo
Hummm esa es la magia y el encanto de las máscaras precisamente… Un abrazo.
Juan cuánta razón tienes, a la muchacha le daría un infarto al pensar con quién se habría estado besuqueando toda la noche.
Abrazos
Virtudes, eso es lo mejor que nos quiten lo bailao, aunque no está demás ser un poco mas precavidas.
Besos
Rosy no se lo pidió pues pensaba que era su amigo. Mira tú ahora que pasará?
Estos amores carnavaleros es lo que tienen.
Besos
Cierto Eva, es la magia, pero también el miedo a lo que puede haber detrás de las máscaras y no solo de las de carnaval.
Besitos
¡Vaya sorpresa la que se llevó esta chica! Como dices, las máscaras tienen tanto de magia como de riesgo. Me ha gustado mucho tu idea y cómo la has contado. Suerte y un abrazo
Gracias Juana, las máscaras propician las confusioes, por ello la idea es muy evidente, mas de uno la usaremos en este mes.
Pero lo divertido será ver cómo lo hacemos cada uno.
Besos
Divertida historia…
Pero me queda una duda, al final se queda con Paolo o con el de la máscara?
Un abrazo
Muy bueno, sí que se divirtió con ese enmascarado disfrazado de Paolo.
Besos Asun
Ana se confundió porque aún no se había besado con Paolo, se gustaban y realmente dieron el paso en la fiesta. Pero resultó que se había equivocado y era otro. Todo un enredo, es que las máscaras tienen un peligro…
Besos.
Hola, Asun.
Me queda la intriga por saber quién sería el bailarín que le robó besos y le pellizcó un poquito el corazón… Bueno, qué más da, la vida son dos días y hay que aprovecharlos.
Besos, guapa, y felicitaciones. A mí me ha encantado.
Hola Towandita ya ves lo que ocurre con las dichosas máscaras, hay que tener un cuidado!
Me alegro de que te guste, a ver que nos cuentas tu.
Besitos.
Asun, muy divertido y creo que los besos con el desconocido hacen que Paolo no sea su único objetivo y abra su abanico de posibilidades, jaja. Abrazos.
Pues si. sin saberlo ha aumentado sus conquistas.
Un abrazo Salvador.
Quién sabe si el desconocido no podría pasar a ser íntimo, desplazando a Paolo, y si no que no hubiese escrito su mensaje: «Ve tú y diviértete». A tu protagonista siempre le quedará la duda de quién había tras de esa máscara. Un relato con sorpresa final, capaz de abrir un abanico de posibilidades. Suerte.
El bueno de Paolo le dijo vé y diviértete, pero seguro que no imaginaba hasta qué punto ella lo hizo.
Pero fue un cúmulo de casualidades, como a veces ocurre en la vida.
Un abrazo.
Muy buen desenlace. Me ha conquistado el enmascarado pues ella tiene una confusión, ¿pero él? ¿Qué intenciones tenía? De hecho buenas pues no buscó más en la cita. Jo, casi da para otro micro. Saludos
Pues no se que intenciones tedría, por lo pronto aprovechó la buena disposición de ella que le creía su amigo Paolo. Casi todos los micros dan para mucho más, pero eso ya que lo imagine cada uno.
Abrazos
Parece que con una máscara se liga más, deberíamos convertir la vida en un carnaval. Interesante relato, suerte
Saludos.
Beto ya hay quien se toma la vida como un carnaval, pero lo mejor será un término medio.
abrazos.
Mª Asunción, una noche para recordar, perfecta, hasta el final, como tu micro. Suerte y saludos
Gracias Calamanda, este mes el tema es tan novelesco que seguro que leeremos grandes micros.
Besos
Blanca no se con cual se quedaría, supongo que tendrá que besar a Paolo y así tener las dos referencias no?
Un abrazo.
Isabel en este relato como en la vida, las cosas no salen como se planean. El destino y las máscaras jugaron con la protagonista.
Abrazos
Como tú dices, puede que fuese el destino, así que mejor olvidarse de Paolo y lanzarse a la aventura de localizar de nuevo al enmascarado con el que ha disfrutado de una noche mágica. Y si no lo encuentra, siempre le quedará un recuerdo que los años magnificarán hasta hacerlo aún mejor de lo que fue. Me ha gustado. Suerte.
Ana quien sabe como acabará esta historia. No es muy distinta de las que ocurren en la realidad, una vuelta del destino nos cambia totalmente la vida.
Un beso
Asun, un relato muy ingenioso y bien contado. Vaya sorpresa que se ha llevado tu protagonista. Ahora tendrá que elegir…
Me ha gustado mucho.
Suerte.
María Elena como dirían los franceses c´est la vie. Pero desde luego ahora le queda el dilema entre los dos.
Un abrazo.
Cómo sigue? por favor.
Muy bien contado, Asun. Se intuía el final, pero siempre queda una duda.
¡qué frío hace en Madrid!
Un beso.
Gracias Jesús, no sabes lo que me anima tu comentario. Y en Madrid efectivamente hace frío, pero mejor ahora y que luego la primavera nos sorprenda con su tibieza.
Un abrazo grande.
Muy bien se lo pasó pensando en otro. Bueno, en carnavales el baile y el desenfreno está servido.
Andrea tienes toda la razón, así son los carnavales y sus máscaras.
Saludos
Andá como para que le de un infarto de verdad. Fíate tú de los enmascarados, y eso que fue de lo más galante y le acompañó a casa y todo, Y el noviete que majo que le dice , hala yo al hospi y tú de juerga, que modernos ellos!!
Querida Mel, las fiestas con máscaras son así. No te fies nunca de los galantes con atifaz. Aunque como dicen por ahí arriba, que nos quiten lo bailao!!!
Besitos
Muy bueno. Me ha gustado, Asun. Un saludo
Gracias Concha, a ver si puedo leer los vuestros.
Saludos
Vaya, las máscaras confunden bastante. Muy bueno tu micro Asiunción.
Felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias, si vas a un baile de esos, ya ves hay que tener mucho cuidado.
Besos
Quizá fue el destino caprichoso, el azar, o puede que el espíritu del propio Paolo para que ella se decidiese de una vez: solo necesitaba una noche mágica, unos besos y un empujoncito. Sorpresa de infarto la que te reservas para el final.
Suerte y saludos.
Hola Rafa, estas sorpresas son en realidad la salsa de la vida.
Hoy día 14 habrá muchas sorpresas, seguro.
Besos
Ten cuidado Asun, que puedes encontrarte conmigo y voy con disfraz. Te diré que con máscaras se besa muy mal y además el papel maché se deshace. Habláis de que te quiten lo bailao y tenéis razón, muchas personas se desmelenan.
Un beso
Bueno yo tengo algunas máscaras venecianas que no tapan la boca, y son preciosas.
Respecto a encontrarnos, quién sabe! yo tengo una fiesta de disfraces este mismo viernes, ya ves.
En fin me alegro de que me hayas leído.
Besitos.
Juegos de seducción y confusión, con un final sorprendente y hasta divertido. Me ha gustado mucho Asun.
suerte y saludos.
Hola Anna, el carnaval simboliza un poco eso, la seducción de lo desconocido. De ahí que surjan enredos como los de mis personajes.
Un beso grande
Pasó lo que tenía que pasar. El destino había puesto a aquel enmascarado en su camino. La vida es así, su amigo Paolo se encuentra a la vuelta de la esquina con su padre enfermo y con esa amiga que por una casualidad ya no será nada más.
Las coincidencias existen, y para mal.
Enhorabuena por el relato Asun, me ha gustado mucho la historia que has inventando.
Saludos
Gracias Jose Ángel, estoy de acuerdo, siempre pasa lo que tiene que pasar. Y casi siempre las coincidencias, como bien dices son para mal.
C´est la vie!!!
Un abrazo.
Asun, tu relato se lee muy bien, sin adivinanzas. Quizás el título adelante el final pues queda claro que no es Paolo. Suerte, Asun.
Bueno a mi me pareció un buen título, el infarto no sale a relucir hasta el final, luego así mantiene el interés.
Quería plasmar el enredo que juega siempre en los carnavales, las máscaras lo propician.
Besitos
Buen relato con ritmo y agradable enmascarado.
Abrazos.
Gracias María, me alegro de que te gustara.
Saludos
Y, digo yo…
Esta mozuela no notó diferencia entre los besos de Paolo y del pájaro aprovechao?
Um… No se, no se, me parece a mi que se hizo la tonta y tiró palante, y que me quiten lo bailao, y voy a darle una alegría al cuerpo, y dame mambo Paolo (aunque de sobra sé que no lo eres, ladrón),y…
Vamos, que me ha gustado tu Relato de confusiones. Realmente ese debería ser el motivo de llevarlas.
Un beso gordote.
Ay Modes lo mismo llevas toda la razón, que si sí, que si no y por lo pronto ella se dejó. No es que en realidad aún no habían llegado los besitos con Paolo y por eso no lo distinguió.
Eso sí que lo pasara luego, eso ya es otra historia…
Un beso grande para ti también.