Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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54. En busca de un mundo mejor

El océano había desaparecido y en su lugar solo había un lecho de cieno maloliente y sucio. Nadie quería creérselo, pero desde que de los pueblos costeros de extendió la noticia, todo el mundo se acercaba a la costa para confirmar que era aquel rumor era cierto.

En pocas horas las playas y los acantilados estaban llenos de gente que poco a poco fue adentrándose en el inmenso terreno baldío que había salido a la luz, para curiosear o buscar, nunca se sabe, algún tesoro o maravilla oculta. Pero nadie encontró nada más allá de algunas almejas, peces muertos, restos de pequeñas embarcaciones, botellas vacías, latas, plásticos y otros despojos.

Cuando se puso el sol, pudieron ver una extraña luna azul.

8 Responses

  1. Calamanda Nevado

    Ezequiel, el misterio rodea esta historia hasta el final, de nuestra mano queda su interpretación. Suerte y saludos

  2. Ton

    Hola Ezequiel.
    Misterioso trasvase de aguas desde nuestro planeta, hacia la luna. En menuda situación problemática acabas de dejar a los habitantes de la Tierra.
    Estupenda propuesta. Enhorabuena y un abrazo,
    Ton.

    1. Ezequiel

      Esperemos que si se nos ocurre viajar a la luna siguiendo al océano, lo hagamos con la lección aprendida.
      Gracias por tu comentario, Ton.

  3. Hola, Ezequiel.
    Un final abierto?? Eso parece, pero a mí no me ha trasmitido que sea un final feliz, en absoluto; por eso me choca el título, porque no veo que nadie puede encontrar (no veo ninguna opción) nada, en un planeta seco.

    A no ser que haya sido la Luna quien nos haya arrebatado el agua, o adonde esta ha huído, huyendo de esas latas, plásticos.
    Sí, así sí, el narrador es el agua, ella es quien ha encontrado ese mundo mejor. Deshabitado, o al menos, sin humanos a bordo

    1. Ezequiel

      Por ahí van las cosas, pero nuestro díscolo océano no huía de las latas, si no de quién le agrede tirándolas y convirtiendo un paraíso en un estercolero.

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