103.Hoy (Montse Acevedo)
Atrás quedan dolores físicos y sufrimiento moral; noches de terror, lágrimas, impotencia y sobre todo desgana ante la vida.
Cuando le hablaron del centro no lo dudó. Una experiencia piloto que le aislaría del mundo por un tiempo. Pero ¿qué tenía ella que perder? Iba a olvidar golpes e insultos, y por muy mal que le fuera, nunca sería lo mismo.
La última paliza fue la gota que colmó el vaso. Dolorida por fuera, pero incluso más aun por dentro se dirigió a la asistente que le propuso el ingreso en la residencia. – Cambiarán tu aspecto, aprenderás un oficio y conocerás a muchas mujeres en tu misma situación.- Fueron sus palabras.
Hoy ya ha pasado un año. Ella es una mujer nueva. Renovada por dentro y por fuera.
Hoy no sabe como agradecerle a aquel lugar todo lo que ha supuesto para su vida.
Hoy llega el momento de decirle adiós a la Residencia Santa Marta, o mejor dicho, a “La Isla de las Mujeres”, como se conoce el lugar entre ellas.
Naufragas en la vida, pero aprendes a vivir de nuevo…
Qué bueno que existen esas islas dónde recobrar la paz y la dignidad. Ojalá cada día tuvieran que ser menos… Me ha gustado. Suerte!
Gracias, María. La verdad es que hay «islas» que merecen toda nuestra admiración
Un saludo
Relato duro cercano a la dura realidad, buscando desembocar en la temática del mes. Llega.
No sé José Ignacio. Pienso que fue el tema el que me dictó el relato y no el relato el que buscó el tema. Gracias por tu comentario y tu tiempo.
Saludos
Tu protagonista muere al sufrimiento para renacer a una nueva vida: más feliz, más digna y por supuesto con todo el amor que le ha faltado en la otra.
Me ha gustado tu «isla de mujeres».
Suerte y beso, Montse.
Gracias Inés.
No me gusta la palabra «muere», mejor digamos progresa. Por que para ella es eso, un progreso.
Un saludo
Montse, harían falta muchas islas como la de tu relato. Por desgracia, hay muchas náufragas a la deriva. Me ha gustado. Abrazos y suerte.
Salvador. Estoy de acuerdo. Hay algunas, droga, madres solteras, incluso mujeres maltratadas, pero hacen falta muchas más.
Gracias, por tu comentario.
Un saludo
No sé José Ignacio. Pienso que fue el tema el que me dictó el relato y no el relato el que buscó el tema. Gracias por tu comentario y tu tiempo.
Saludos
Una historia con un nuevo comienzo gracias a esas islas. Por desgracia algunas mujeres no encuentran ese camino. Muy bien contado Mose. Felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Gracias Nani,
La mayoría de las mujeres tienen que sufrir en silencio su calvario.
Un abrazo, amiga
Siempre hay islas a las que arribar… Un abrazo.
Al menos debería haberlas. Esta sociedad carece de cosas importantes y le sobran tantas cosas superfluas…
Un abrazo
Tremendo relato; que muchas tengan que resetear sus vidas para poder empezar a ser felices es una triste realidad. Mucha suerte, amiga mía.
Es cierto, Lorenzo. Pero si existen esas islas en las que se puede encontrar un nuevo principio, es que vamos avanzando.
Un saludo, amigo
Gracias Nani,
La mayoría de las mujeres tienen que sufrir en silencio su calvario.
Un abrazo, amiga