Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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34. UN TIPO EXTRAORDINARIO (Belén Sáenz)

Superboy asoma la nariz por la puerta de la cabina telefónica y pide permiso; ya llegó al quiosco su cómic favorito. Con la capa bien abrochada como exige mamá —que ya se sabe lo que pasa con las corrientes a ciertas alturas—, vuela a buscar a Wondergirl. En la cornisa del rascacielos que da al parque, las cabezas rozándose, engullen las historietas con avidez de visión láser. Sus boquitas forman una O cuando el héroe se levanta al primer timbrazo del despertador. Las mismas boquitas que salivan con el megadesayuno que le da vigor: pan del día anterior sopado en leche. Después, resiguiendo las viñetas con los punteros ultravioleta pringosos de caramelo, entran con él en el vagón del metro derrotando al gentío. Contienen el aliento hasta llegar a la oficina y lograr esquivar al jefe. Ríen aliviados con la charla sobre el partido del domingo entre los compañeros, pero enseguida las aventuras se reanudan a un ritmo trepidante: La pila de informes fechados, sellados y archivados. Los lánguidos lametones de Fido cuando regresa a casa. La tortilla francesa ante la tele encendida. El inexcusable cepillado de dientes. Fin. Un suspiro y su imaginación toma tierra: Cuando seamos mayores…

16 Responses

  1. Jesús Garabato Rodríguez

    Curioso punto de vista el de tu relato; la pareja de aprendices de superhéroes leen extasiados las peripecias de un hombre común como si sus vivencias supusieran la mayor de las hazañas. Y está claro que lo son: qué mayor aventura hay que la de vivir. Muy bueno, Belén. Un saludo y suerte.

    1. Hola, Jesús. Muchas gracias por tu visita y tu comentario. Como bien dices, hasta la vida más pequeña puede ser digna de admiración, sobre todo si se sale completamente​ de lo que sueles tener alrededor. Un abrazo.

  2. Ángel Saiz Mora

    Durante la infancia vemos a los adultos como unos seres que hacen cosas extraordinarias. Puede que después no seamos capaces de darnos cuenta, pero en realidad es así, incluso durante una jornada marcada por la rutina. No resulta nada fácil lidiar con el día a día, aunque tú sabes bien que los lametones de un Fido al llegar a casa ayudan. Luego, cuando llegamos a esa edad, añoramos aquellos tiempos despreocupados, esos tebeos interesantísimos que ahora llamamos cómics y un día dejamos de ojear; esa amiga o novieta con la que compartimos tantas horas, sueños e ilusiones. Que nunca releguemos al olvido a ese niño que fuimos y, sobre todo, que aunque permanezcamos en tierra, que la imaginación no deje de volar de vez en cuando.
    Muy entrañables esas boquitas abiertas en «O», como también esos poderosos «punteros ultravioleta pringosos de caramelo».
    Un abrazo grande, Belén. Suerte

  3. Qué excelente comentador eres, Ángel. Cómo me alegro de tu visita, de la que tanto aprendo. Has visto la inocencia de dos niños que se quedan con la boquita abierta ante el mundo de los adultos. Muchas gracias y un abrazo grande.

  4. Me encanta esa vuelta de tuerca en la que lo evidente, el hatío, la monotonía o la costrumbre, se hacen historieta para deleite de estos superniños y es que verdaderamente, en muchas ocasiones, superar el día a día es toda una aventura.
    Enhorabuena Belén!!
    Besosss!!!

    1. ¡Hola, brother! Cuánta alegría al verte por aquí. A veces un día normal, con todas sus rutinas y pequeñeces, es una bendición. Y te confesaré que siempre me han caído un poco gordos los superhéroes, tan perfectitos. Un beso grande y gracias por tu visita.

  5. Asun Paredes

    Tu relato es muy realista, Belén. es cierto que durante la infancia nos sorprende todo lo que pueden hacer los adultos, hasta las cosas más nimias cobran un sentido mágico. Me ha encantado la visión de esos superhéroes infantiles de la cotidianidad de la vida de su admirado héroe.
    Un beso virtual, pronto te lo daré de verdad.

    1. Hola, Asun. Me encanta la mirada de los niños, de admiración, de sorpresa, cuando se fijan en los adultos. Creo que deberíamos tenerla muy presente y respetarla, porque sobre ella forjarán su propia vida, grande o pequeña. Estoy deseando recibir ese beso (ya muy pronto) y corresponderte con otros muchos más. Gracias por tus comentarios.

  6. Esperanza Tirado Jiménez

    Con todos esos detalles tan tiernos dan ganas de quedarse con tus superhéroes y recolocarles la capa para que nunca pasen frío y sean superápidos en sus misiones futuras.

    Mucha suerte Belén

  7. Hola, Belén.
    Qué gran heroicidad ser tipos normales y caminar por la vida, con sus rosas y sus espinas.
    Qué grande eres, jolines.
    Un abrazo y suerte.

  8. Alberto

    Súper-original el punto de vista contrario. Yo lo veo, me imagino que Súperman, Spiderman y todos esos fijo que están flipando con las aventuras y desventuras de los curritos de a pié. Gracias por tu relato, es un placer leerte

  9. Salvador Esteve

    Entrañable esa visión de un mundo al que cruzarán por las puertas del tiempo, y que la admiración dará paso a la realidad que nos impone nuestro ritmo de vida. Originalísima tu propuesta, Belén. Abrazos y suerte.

  10. María José Viz Blanco

    Tus particulares héroes, Belén, me han seducido. Y que desayunen pan del día anterior con leche…¡qué rico! Una historia tierna, pero con mucho fondo.
    Un fuerte abrazo.

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