Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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64. Una vida de fotos, Rosy Val

Ha desaparecido todo. Ya no están los trípodes, los focos, las Canon ni la Mamiya, la última que compraron a plazos. Qué ilusos pensar que Mario heredaría el gusto por las puestas de sol, las olas embravecidas, los tapices de flores en primavera, y con esa duda se fue; si su hijo seguiría con un negocio que tanto esfuerzo les costó levantar.

Las mira, lo hace siempre que le añora.
«Qué ricitos… aquí tenías tres años… en esta, aprendiendo a nadar… y aquí, en tu primer día de cole, qué guapo con tu uniforme…». Para en seco. Mario irrumpe en la salita. Encogida, cierra el álbum y se oculta tras su caja de costura. Sin tan siquiera mirarla abre el cajón. Después huye, dando un portazo, con la mirada roja, deshabitada, y la pensión de viudedad en su bolsillo.

Últimamente la cola es más larga. Mientras espera habla con su Ernesto. Le dice que se encuentran bien… y que el chico… en el estudio, entre flashes y zums. Ahora, el aroma, le llega más nítido, pega su boca a la foto y la guarda en el bolso, es la señal; el comedor social abre sus puertas.

21 Responses

  1. Martín Zurita

    Hola, Rosy, mi gran Roxy Val.
    Las fotos, ah, las fotos. Esos pedazos de vida inmutable, atrapada para siempre. Cuán reveladores son de las verdades desnudas y de los atavíos y perifollos de las mentiras, de sus recovecos. A esta viuda que es tu personaje le está vedado, como quisiera, apreciar en su hijo Mario la continuidad del negocio familiar, el que atendía su marido, que hubiera celebrado tal extremo desde allí arriba o desde donde se encontrase. las fauces de la desgracia son amplias y bien dentadas de maldades que muerden: la pensión será misérrima y el comedor social la espera, como a tantos, como a demasiados. Y Marito tan indiferente. Pero así es la vida: dura, muy dura, demasiado dura. De ello te haces eco con un tratamiento literario de la cuestión más que notable. Pobres viudas en ese su quehacer sordo y variadísimo. Qué feo resulta su no reconocimiento, oficial y oficioso. Mi mas muy enhorabuena con un beso que la acompañe haciéndole honor.

    1. En muchos casos, las aficiones de los padres, ni se heredan ni las comparten los hijos, aunque hacer un mal uso de ellas, ya es otro cantar. Gracias por dedicarme tu tiempo, Eduardo, por este super generoso comentario.
      Un fuerte abrazo.

  2. Los hijos y los recuerdos, a veces tan lejanos los unos de los otros. La artista es la madre, que aun rota, sigue y seguirá sobreviviendo y recordando.
    Pobrecita, cuántas personas tendrán esa realidad???
    Suerte, para tí y para ella.

  3. Nuria Rubio

    Una vida de fotos relatada/retratada en un relato/retrato que se lee/ve con el corazón. Y eso -al menos para mí- es magnífico.
    Un abrazo y suerte.

    1. Hola, Nuria, me gusta que así lo hayas leído y visto, con el corazón, pues te aseguro que de ahí ha salido esta historia, un pequeño homenaje a esos padres que “viven/malviven», a merced de los antojos, vicios o por el mal camino, que en un momento dado, eligen sus hijos.
      Gracias y un abrazo.

  4. Jesús Garabato Rodríguez

    Toda una vida pareces contarnos en una escena, desgraciadamente, mucho más habitual de los que sería deseable, y en unos cuantos recuerdos q

  5. Jesús Garabato Rodríguez

    que retratan perfectamente a sus protagonistas. Me gusta y, a la vez, entristece la lectura de tu relato. Enhorabuena. Suerte, Rosy. Un saludo.

  6. Salvador Esteve

    Triste historia que nos causa desasosiego y, a la vez, una gran ternura hacia la protagonista. Los genes de artista no fecundaron ene ese hijo que derrocha la vida y esquiva el amor sincero. Me ha gustado mucho, Rosy. Abrazos y suerte.

    1. A mí sí que me ha encantado conocerte… tanto como leer tu libro ahora, qué pasada.
      Gracias por pararte a leer este sencillo homenaje a una madre que sola, no pueden levantar la losa de su mala suerte…
      Un abrazo Grande.

    1. Es su consuelo, al menos sigue viviendo a través de sus fotos, lo que la vida le niega.
      Agradecida por tu visita.
      Aunque tardío, también para ti, un buen otoño y un abrazo.

  7. Es triste Rosy, pero que bien nos haces ver que las esperanzas depositadas en el tesoro más preciado, no siempre cumplen las expectativas. En este caso, creo que su corazón tiene tanta hambre como su estómago.
    Mucha suerte y un beso grande, como tú ??

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