Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

15. La casa de muñecas

Que en su primer día como asistenta en aquella casa le encargase doña Asun fregar el suelo de su casita de muñecas, pasar el polvo y repartir por la diminuta sala dedales decorativos con brotes de lentejas, le pareció a Fernanda una chaladura. No sabía si contárselo a la hija que la había contratado para limpiar un poco entresemana y dejar algo hecho para la comida y la cena. Y que además ese viernes le pidiese la anciana, antes de irse a la peluquería, que envolviera en papel transparente un dadito de queso curado de oveja, otro de paleta ibérica, un biscote, una fresa y un botellín de cava de los de hotel que guardaba en la alacena y que lo metiera en la mini nevera, le hizo sospechar de una posible demencia.

Pero cuando el lunes, tras no lograr despertarla de su sueño, se arrodilló a regar con un cuentagotas las lentejas, observó atónita que en los peldaños de la escalera estaban esparcidos, como un reguero, unos mocasines, un traje y camisa gris marengo, una corbata y, en el suelo del dormitorio, unos calcetines y unos calzoncillos negros.

Y, como era de esperar, las sábanas de la cama revueltas.

12 Responses

  1. Rosa Gómez Gómez

    ¿La viejecita se transformaba en muñeca?
    ¿O es que alguna muñeca cobraba vida y mantenía en la casita escarceos amorosos con otro pequeño personaje?
    Da que pensar, todo un misterio de Donas Asum.
    Divertido!

  2. Se veía venir que algo pasaba en esa mini casita, y aunque tú tengas tu propio final en la cabeza, lo has dejado lo suficientemente abierto para que cada cual se pueda hacer su composición y créeme si te digo que, con la imaginación que se derrocha en esta casa, hay muchas opciones.
    Genial relato, Susana. Un abrazo.

  3. Ángel Saiz Mora

    Un micromundo en el que todo es posible, igual que en la microliteratura, de la que este relato lleno de creativa fantasía es buen ejemplo. De puertas adentro es difícil saber lo que ocurre en las casas, pero las escaleras siempre son delatoras, recogedoras de rastros e indicios.
    Un abrazo y suerte, Susana

  4. Rosalía Guerrero

    Susana, me encanta esa abuelita y su casa de muñecas. Yo me inclino a pensar que la señora tiene una microvida que solo la pobre Fernanda puede sospechar. Además, antes de preparar la cena romántica va a la peluquería, detalle importante…
    Es súper imaginativo, y está tan bien contado que puede verse con los ojos de mirar pa’dentro.
    Un abrazo y suerte.

  5. Pilar.C

    Hola Susana, me ha encantado tu relato. Yo lo interpreto como si la señora preparase su último «encuentro romántico». Entiendo que si la asistenta no la pudo despertar, tal vez estaba muerta. En ese caso ¡bien por la viejecita! que se fue satisfecha y feliz ja,ja…
    El punto mágico en miniatura es una delicia.
    Un abrazo

  6. Gracias a todos por leer y comentar, deseo que lo hayáis disfrutado. Pilar, no me mates a doña Asun que está tan ricamente ella descansando, déjamela estar, jaja.
    Unos abrazos en miniatura 🤗

  7. Hola, Susana. Yo también me decanto por pensar que la señora tiene una microvida en la casa de muñecas y que por eso había ido a arreglarse especialmente a la peluquería… Lo de no poder despertarla, a mí se me hace más bien que es el sueño satisfecho después de vivir el amor con quien ya sabemos que deja la cama revuelta… Pero lo que más me gustó es que me pusiste nostálgica, porque yo guardo, de mis juguetes de niña, una casita en miniatura con su mesita y sillas, y camitas, y alacena (en esa época estaban de moda los pitufos, y en la mía vivían dos, una pitufina vestida de enfermera, y un pitufo burlón pero no menos simpático)…

    Gracias por traerme a la memoria un hermoso recierdo.

    Excelente micro, me encantó.

    Un abrazo grande,
    Mariángeles

Leave a Reply