21.- Botones (Don´t let them kill us)
Un renombrado modisto reconoce al botón como elemento fundamental de la confección. De suponer un mero detalle decorativo hace dos mil años ascendió a componente indiscutible de nuestra indumentaria.
No imaginamos una camisa, tampoco una americana, un vaquero o un abrigo sin botones. Su función resulta sencilla a la vez que imprescindible. Las tendencias actuales han logrado aplicarlo a todo tipo de prendas, adoptando formas, texturas y colores variados. Botón y moda evolucionan a un mismo tiempo.
En 1993, en un sótano polvoriento y mal iluminado se organizó un singular certamen, una combinación inusual de un caótico concurso de belleza y un rudimentario desfile de moda. Entre pase y pase, las modelos improvisadas cosían apresuradamente a cada vestido, con sus propias manos, los botones que arrancaban al anterior. Mientras, a escasos kilómetros, otras manos, horrendamente sucias, apretaban otros botones. Fríos, metálicos. Botones que asestaban cañones. Cañones que estremecían a la ciudad.
El desfile finalizó con las valientes participantes en bañador, mostrando acongojadas, además de una piel lívida, una pancarta con un mensaje desgarrador. Sarajevo, desangrada, suplicaba al mundo, sencillamente, que no le dejara morir. Pero el mundo, apoltronado en su sofá, cambió de canal. Una vez más. Con otro botón.
Me gustó mucho leerte,una historia que va desde la frivolidad de la moda a la fría realidad que es posible saltearse con sólo un clic. Abrazo
Muchas gracias Miquita, otro abrazo para tí, y suerte!
Una reflexión sobre la importancia de los botones en la sociedad, los de la moda, utilizados en este caso para hacer una llamada de socorro al mundo; los que accionan máquinas que siembran la muerte sin ningún remordimiento, en pos de un deber o de unas órdenes y, por último, los que cambian de canal, cuando la realidad se vuelve molesta e incómoda, cuando, aún tratándose de una barbaridad, no nos afecta directamente.
Una historia original y muy bien cosida.
Un saludo, Álvaro
Hola Angel. Realmente la idea quedaba mejor en mi cabeza que en el papel (la pantalla…) pero esa guerra de los Balcanes, y en particular esta historia me sobrecoge, por cercanía geográfica y, aunque ya han pasado más de 25 años, cercanía también temporal.
Las manos humanas pueden crear tanta belleza, y tanta destruccción…
Un cordial saludo Angel.