21. YA SÉ DELETREAR
Mamá, hoy en el colegio me han pedido que deletreara la palabra “belleza”. Enseguida he pensado en ti. Empieza con la “B” de “Bimba”, la perrita que me regalaste en mi cumpleaños. Sigue con la “E” de “Ernesto”, ese bebé que llora todo el día y al que se supone debo cuidar como buen hermano mayor (no sé cómo hacerlo). Después va la “LL” de “llanura”, tan grande y tan verde. Me gusta verla desde la ventana de tu cuarto. Luego viene otra “E” de “espera”, aunque soy un impaciente y tampoco sé bien qué debo esperar ahora. Continúa con la “Z” de “zarpazo”, porque eso fue lo que sentí, mamá, un enorme zarpazo en las entrañas, desgarrador como una gran mordedura. Y al final está la “A” de “añoranza”. No sabes cuánto, ni te lo imaginas.
Wauuuu… qué bonito! Me encantó! Gracias.
Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado.
Qué mejor manera para el tema propuesto en esta convocatoria que servirse de la palabra «belleza» como materia prima, para ir desgranando una historia triste, de separación, de una madre que ya no está y de un niño o niña que empieza a dar nombre a sus circunstancias vitales, que demuestra imaginación para llamar a las cosas por su nombre, como también sensibilidad para tratar de explicarse esa ausencia y tratar de asimilarla.
Un relato original y lleno de sentimiento.
Un abrazo, Concha. Suerte
Ángel, es una suerte contar con comentarios como los tuyos. Me gusta la forma en que desgranas el relato. Muchas gracias por tus amables palabras. Un abrazo.
Original y emotivo relato, que denota una gran sensibilidad e ingenio de su autora.
Felicidades mil, Concha.
María Jesús, mil gracias a ti por tu amable comentario.Un abrazo.
También te felicito, Concha por tu original microrrelato sirviéndote de la idea esencial de la que parte el concurso y que junto al arte será el motor de ENTC a lo largo del año.
Saludos.
Muchas gracias, Milagros por tus palabras. Un abrazo.
Hola, Concha.
El tema que has escogido me parece genial. El amor de una madre es algo inexplicablemente bello y singular. Por otra parte, esa «A» última me ha producido un pellizco de amargura.
Buen relato, te deseo mucha suerte y te envío un cálido saludo.
El amor entre madre e hijo es de una belleza e intensidad indescriptible. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo
Microcomentario: Relatazo.
Saludosss
¡Muchas gracias, Nuria! ¡Un abrazo!
Muy emotivo, y bonito modo de hablar de belleza.
El relato hace honor al tema de la convocatoria y, sin embargo, deja un regustillo amargo al final, cuando entiendes que tanta dulzura y belleza provienen de un sufrimiento hondo.
Mucha suerte y un abrazo