Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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44. El caballero desconocido

Ahí, tras la pantalla, es imposible que percibáis el frío que cala los huesos en estos verdes y frondosos bosques. O el olor nauseabundo de un grupo de hombres malviviendo en comuna. Sin agua, sin comida. Que ya no sé qué es peor. Tener que vigilar dónde pones el pie, llena como está la tierra de defecaciones, o dormir junto a torres inmensas de huesos y carne que no sólo roncan, sino que también han de compensar en las noches la ausencia de hembras. Me ven como a un líder porque mantengo las distancias. Me aíslo en un rincón tallando figuras de madera, cuando por dentro soy yo el que se carcome. Soy un héroe, robo y reparto. El valiente que no teme a los soldados. No, no los temo. Pero ahí, sentados en vuestras butacas, todo os parece fácil. Sabéis que esto acabará bien. Pero no es así, porque yo con quien quiero casarme no es con la bella Marian, sino con él.

22 Responses

  1. Barceló Martínez

    Hola, Beatriz. Tu microrrelato me ha gustado mucho. Se nota que sabes contar toda una historia completa en muy pocas palabras y, además, muy bien escogidas.
    Ese «tras la pantalla» nos dice, corrígeme si no lo interpreto correctamente, que el protagonista de la película está hablándole indirectamente a los espectadores. Les habla de la soledad y las dificultades del líder para guiar a su regimiento. Deben estar a la espera de librar una batalla épica. Cómo en toda historia que se precie no debe faltar el amor y ahí llega el final inesperado, seguramente el guionista le ha emparejado con una bella doncella, pero el héroe se revela, los tiros de sus sentimientos no van por ese camino, sino por el contrario, tal vez, a quien más ame sea justo al líder enemigo, eso ya sería rizar el rizo. Me imagino la amargura que sufre ese personaje, la impotencia tan grande que tendrá por no poder hacer que el guionista cambie el final de la película.
    Muy, muy, muy original y bien narrado. Enhorabuena. Un cálido saludo.

  2. Barceló Martínez

    Se me coló un acento en el «como» de mi comentario. Perdón, No podía dejar de corregirme, chirría mucho.

    1. Barceló Martínez

      Soy hombre, mi aptitud multitarea deja mucho que desear, ja,ja,ja… Estaba cocinando, leyendo y comentando al tiempo. No me di cuenta del detalle del robo y el reparto, cuando he leído otros comentarios se ha hecho la luz.
      Por otra parte, en cuanto a los errores, volvemos al tema multitarea, queriendo corregir un error cometí otro: una mayúscula detrás de una coma. Espero no cometer más, ahora, ya no tengo excusa y esto podría acabar convirtiéndose en la historia interminable.
      ¡¡¡Viva las croquetas!!!. Otro cálido saludo.

  3. Alvaro Abad

    Un buen giro al final empalagoso marca Disney de la leyenda de Robín y sus secuaces. Me gusta cómo retratas la soledad del líder que parece desear no serlo, supongo que pensando en su amor masculino.
    Enhorabuena Beatríz, suerte y abrazo.

    1. Muchas gracias Álvaro. Lo que a mí también me ha convencido del relato es esa soledad, o cómo alguien puede sentirse de una manera aunque tenga que hacer un papel bien diferente frente a los demás. Se agradece el comentario 🙂

  4. El final que has escogido, en las antípodas de la historia que todos conocemos, pone de relieve el maravilloso poder que tenemos todos, y tú en particular de forma estupenda, para reescribir la historia. Que cunda el ejemplo

    Mucha suerte, Beatriz, un beso.

  5. Ángel Saiz Mora

    Pocos relatos más verdes que éste, con un decorado como bosque y no uno cualquiera, nada menos que el de Sherwood, refugio de un líder legendario, ladrón de ricos y benefactor de pobres, héroe incansable contra la tiranía de un mandatario autoproclamado y caprichoso.
    Desde la butaca de un cine o en la del salón (como casa, nada) todo se ve con comodidad, hasta una inquietante película de terror psicológico, también las aventuras de Robin Hood, que lo tienen todo: romance, dificultad, superación y triunfo de una causa justa. Pero detrás de las cámaras siempre hay un trasfondo. Por debajo de la historia oficial puede latir otra muy diferente. Si sucede dentro una casa y hasta de una persona, cómo no va a ocurrir en el cine, que lleva de serie una magia que todo lo transforma, disfraza o disimula.
    Tu relato hace reflexionar, homenajea a un mito al tiempo que le hace humano, imperfecto, cansado de un papel en el que se siente encasillado y del que quisiera escapar. Solo le quedan los lamentos, expresarse a través de tus palabras certeras, reflejo de una psicología posible y que nunca hubiéramos imaginado, que sacuden y expulsan de la zona de confort, sea butaca o sillón.
    Puede parecer que reescribir un clásico es algo sencillo, con la base ya hecha, pero no lo es darle un giro imprevisto, haciendo creíble unos engranajes antes insospechados. Este Robin es mucho más meritorio que el otro; su lucha es más ardua; su anhelo, inalcanzable, todo ello bajo el molde de una psicología muy bien contada.
    Es mucho el peso que el personaje tiene sobre sus espaldas. Merecería que le hicieras llegar tus croquetas, seguro que le sube el ánimo.
    Un abrazo, Beatriz ¿lo he escrito bien? Suerte

    1. Querido Ángel, tu comentario es un texto muy valioso, porque no solo das tu opinión, además lo haces que parece música para mis oídos. En un mundo en el que cada vez más las apariencias importan, desnudar a un personaje de este calibre me parecía una osadía, pero a la vez un reto. Las croquetas quizás no quiten las penas pero las distraen 🙂 Muchas gracias por tu comentario. Y sí, lo has escrito perfecto jajaja

  6. Me gusta tu relato, Beatriz! Tiene varias cosas interesantes, el diálogo del personaje con el espectador, la introspección del héroe ante su soledad y el giro final que descubre el secreto y redimensiona la historia. Me queda la duda de quién es ese «él», si alguien en concreto o vale cualquiera.
    En resumen, muy bueno.
    Suerte!
    Besos

  7. Vaya, ya dice aquel dicho que el que lleva la coraza mas fastuosa, es el que más debilidades esconde.
    Pobre tu señor desconocido, tan fuerte, tan arrojado, tan viril para todos y tan sensible y emocional en la realidad.
    Qué pena que no se levantara en medio de toda esa inmundicia y soltara todos sus pensamientos y preocupaciones. Sin miedos ni cortapisas.
    Bueno parece que ahí, la especie humana va progresando un poco, pero tampoco tanto.
    Me ha gustado tu micro. Feliz día Beatriz.

  8. Nuria Rozas

    ¡Cómo ha cambiado el cuento! Si la Historia hablara…
    Siempre sospeché que lo de la bella Marian era una tapadera. jajaajaj
    Buena vuelta de tuerca. Suerte. 🙂

    Besos

  9. Elena Bethencourt

    Es curioso cómo te veo a ti mientras leo, tal cual, hablándole al lector/espectador así con todo el desparpajo:-) Me ha gustado esa frescura, pobre Robin, con lo bien que se lo pasaría él con el caballero desconocido revolcándose por la hierba verde, en vez de estar con la sosa de Marian.
    Suerte, un abrazo

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