Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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46. La censora del deseo

El oficio de doña Pura es censurar lo incorrecto. Visiona las películas antes de su proyección. Recorta besos, escotes y caricias que va guardando en su maletín… Hace lo mismo con las escenas ardientes de los libros y los desnudos de los lienzos. Pero su poder censurador no termina ahí: también pasea por las calles y retira las imágenes sensuales de la vida real, unos labios entreabiertos, un torso masculino o unas caderas que hacen temblar la tierra con su vaivén.

Satisfecha con la criba, doña Pura vuelve a casa con el maletín a cuestas. A veces, por las rendijas de la cremallera, se escapa alguna mirada lasciva, una lengua traviesa, una gota de sudor provocativa que alza el vuelo en forma de vapor. Las deja ir. Incluso ella, tan recta y casta, sabe que es casi imposible mantener el deseo a raya en un solo día. Hay que perseverar.

Para terminar la jornada, clasifica los recortes impuros de manera que las autoridades puedan proceder fácilmente a su inspección. Una vez en la cama, repasa los momentos más eróticos que ha capturado, saca su «juguetito» prohibido de la mesilla de noche y censura todo lo que viene a continuación.

18 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Como dice el refrán: «Consejos vendo que para mí no tengo». Los guardianes de la corrección ajena, tanto más cuanto más estrictos, a veces son los peores, porque no hay nada peor que la hipocresía.
    Un abrazo, Elena, y suerte con esta censora de doble vida.

  2. Rosalía Guerrero

    Pobre doña Pura, que de tanto visionar para censurar no ha encontrado otra forma de sacar esas imágenes de su cerebro, jajajajaja.
    Un abrazo y suerte.

  3. Tan profesional es Dña. Pura (el nombre, magistralmente elegido), que lleva la censura hasta las últimas consecuencias: la autocensura. Muy bien montada la historia, entrelazando narración creíble con imágenes totalmente fantasiosas.

  4. Javier Arroyo

    Ave María Purísima, cuantos pensamientos impuros purifica Doña Pura con ese juguetitpo tan purificador.Te ha salido uno de esos micros tan tuyos, tan divertidos y bien escritos, con la palabra justa en el momento adecuado. Fetén. Felicidades y suerte
    Saludos!!

    1. Gracias, Javier, hasta doña Pura sabe que no solo de pan vive el hombre, ni la mujer tampoco, jaja. Gracias por comentar, es un lujo que me leas.

  5. Antonio Toribios

    Censurar estresa mucho y no viene mal un «satisfayer» para liberar tensiones. Y qué mejor placer que censurar al personal por los vicios que uno mismo tiene. Ya lo dice la Biblia, lo del la viga y el ojo… Saludos, Elena, y suerte.

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