62. Erección (Josep Maria Arnau)
Matilde lo observa sin pestañear desde la silla de ruedas. Después de meses sin visitarla, él ha entrado en la sala con el brazo escayolado. Las saluda y le explica a sor Angélica que se lo fracturó hace cuatro semanas al resbalarse en la cocina. Matilde esconde su risa detrás de una mueca. ¡Sigue siendo un torpe! Es la primera alegría que le da desde que la encerró en el geriátrico. Pero no es suficiente, hoy tampoco piensa reconocerle.
—¿Quién es este señor?
—Es Pedro, tu hijo. Ha venido a visitarte —le dice sor Angélica.
Matilde saca un pañuelo para taparse la nariz y la boca. Sonríe a escondidas y finge una tos.
—Si solo dices esto, dejará de venir —insiste sor Angélica.
—¿Quién es este señor?
—Así estamos, Pedro. Cabezota, como la última vez.
Después de algunos intentos más, Pedro y sor Angélica claudican. Antes de que la devuelvan a su habitación, Matilde repite la operación del pañuelo. Luego pone las manos debajo de la mantita que cubre su regazo. Nadie se fija en el montículo que aparece, el dedo medio de su mano derecha está en erección.
jajajaj, qué buena esa abuelita rebelde, me encanta como engaña a su hijo Pedro y a sor Angélica. Y esa erección final en secreto, estupenda. No puede mostrarla a la vista sin descubrirse el teatro, pero no se queda sin hacerlo.
Muy divertido y muy shadenfreude.
Un abrazo y suerte.
¡Qué espera ese hijo después de meses sin visitarla y habiéndola obligado a entrar!
“Cria cuervos…” un relato estupendo, has retratado a una verdadera heroína capaz de superar su difícil situación burlándose de quienes las han forzado a ella.
Bien narrado.
Qué gran actriz y cómo se divierte, con su actitud gamberra, a costa del mal y el desconcierto ajenos. Pañuelo y mantita utilizados con habilidad para ocultar una realidad muy diferente a la que parece.
Un relato bien construido, coronado por un título que parece lo que no es, como sucede con la protagonista.
Un abrazo y suerte, Josep Maria
Qué bueno, anda que no tiene recursos Matilde para vengarse de ese hijo con el que está dolida. Hace bien.
Ingenioso y muy divertido. El título muy acertado también. No era lo que parecía en un principio. Muy buena tu propuesta, Josep Maria. Un abrazo y suerte.