08. Novela rosa
Al llegar, el suave perfume de los rosales en flor me cautivó, dándome todo vueltas hasta tropezarme con una mata de azaleas e hibiscus rosados, situada frente al ventanal alumbrado por una farola trastabillándose contra la pared, como una campana avisando de la presencia de un intruso.
Víctima del vértigo al verla asomarse cubriéndose el cabello con su pañuelo de seda rosa, me oculté detrás de un centenario tilo. Necesitaba contemplarla y tal que aquel «Caballero de la rosa» de la ópera de Strauss, entregarle en secreto mi presente.
Sin embargo no tenía ningún salvoconducto, por lo que soporté con inusitado estoicismo aquella espera, elucubrando una sólida estrategia de galán enamorado.
El atronador tubo de escape de una Toyota retumbó en la avenida que accedía a la mansión. La joven observaba al motorista que se dirigía hasta la casa. Se había desprendido del pañuelo para balancearlo en el aire, saludando de aquel modo al tipo con andares de cowboy.
Perplejo, no sabía si quedarme o marcharme, así que para calmar los nervios me bebí un jarabe con agua de rosas y canela. Comprendí que mi amor enfermizo no me permitía reparar en las espinas que ocultaba mi adorada Rosa-lía.
Una novela rosa que en apariencia no termina bien para el protagonista, pero sólo en apariencia, porque por fortuna termina dándose cuenta de lo que su amor enfermizo no le permitía ver: las «espinas» que oculta la mujer que ama.
Tu micro me retrotrajo al Romeo y Juieta de Shakespeare, donde Romeo, al principio de la historia, suspira por una mujer inalcanzable para él, cuyo nombre es, justamente, Rosalía.
Un micro con todos los matices cromáticos del rosa, que gusta y se deja leer.
Cariños,
Mariángeles
Disculpa mi retraso en contestarte, pero este tiempo de vacaciones no me lo puso nada fácil.
Muchísimas gracias Mari Ángeles por tener la amabilidad de ofrecerme tu visión particular de mi historia, que por cierto me ha resultado de lo más sugerente, al mencionar esa similitud entre Romeo y Julieta, así como el significado y alusión a Rosalía… ¡Vaya, leíste muy bien entre (mis) líneas! lo cual me alegra un montón.
Abrazos con cariño.