32. EL DEDO DE DIOS (Belén Sáenz)
No lo entendí hasta el viaje de fin de curso a Italia, en tercero de BUP. Me había soltado de la mano pegajosa de Eva y estuve mucho rato clavado en el centro de la Capilla Sixtina. Contemplaba el fresco envuelto en susurros de una babel de lenguas que giraba a mi alrededor hasta llegar a marearme. Entonces llegó el big bang de la revelación. El índice divino no está creando al hombre, sino que lo señala. Señala a Adán, padre de Caín, que acepta indolente la designación. En mi pasado hubo muchos dedos fallidos dirigidos contra mí: una maestra que me tenía ojeriza, el acusica de mi hermano. Tampoco faltaron en mi etapa adulta un jefe de Contabilidad demasiado perspicaz o aquella novia malagueña con la que tuve el gatillazo. Pero el de mamá fue primero y verdadero. Dedo de Dios que encauzó mi camino hollado de sangre y dolor. Madre-Dios que no sólo me dio la vida, también me eligió con su dedo extendido. Y es por mandamiento suyo que el mío propio se dirige ahora hacia ti. Con él te elijo y luego lo flexiono, regocijándose la yema en el todopoderoso gatillo. Amén.
La historia de un individuo resumida en el ademán de los dedos que lo han señalado a lo largo de su existencia, marcándole, sin duda, hasta llegar a utilizar él uno de los suyos para cometer un acto decisivo, que cree que le asimila con la divinidad mediante un simple gesto, solo Dios quita y da la vida.
A ti hace falta poco para inspirarte, pero la Capilla Sixtina tiene magia de sobra para dar sentido e inspirar una buena historia como ésta.
Un abrazo grande y veraniego, Belén
La víctima incapaz de controlar su vida, se convierte en verdugo y es que son demasiados lo dedos tóxicos que lo han señalado ya desde la infancia. El más asfixiante y conflictivo de todos, el que más lo marca , es el dedo castrante de esa madre- Dios de la que no consigue independizarse psicológicamente. Muy buena historia. Lo que puede dar de sí una fotografía… Un beso y feliz verano.
Cuánto partido le has sacado a ese dedo, te ha dado casi para un ensayo.
Qué grande eres!!!
Abrazote y suertísima.
Y con mi dedo índice señalo tu relato… ¡my bueno! Un abrazo.
No sé si puede ser de los relatos más feroces y redondos que te he leído. Sin duda crece a cada frase, flirteando con lo cómico y con lo terrible. Admiro tu capacidad narrativa, tu capacidad de sorpresa, tu capacidad de emocionar.
Suerte, Belén!!!
Besitos
No es el dedo de cualquier Dios… ¡Es el de Don Corleone, prácticamente! Hay experiencias que, para bien o para mal, nos marcan y dejan una huella dactilar en el alma. Aquí está clarísimo cuál ha sido el caso.
Un micro soberbio, BELÉN; digno de la Capilla Sixtina.
Besotes,
MAB
Los designios pueden seguir caminos muy tortuosos, aunque a veces es la propia mente la que es retorcida (con motivos o no), y no solo se los inventa, sino que les da categoría de divinos. Qué peligro entonces.
Enorme relato, Belén, en el que las frases parecen marcar un camino recto cuando en realidad están trazando un laberinto. Magistral el final también.
Enhorabuena y mucha suerte con él.
Un fuerte abrazo.
Belén, has cuajado una buena historia. Suerte y saludos
Merecida mención. Felicidades, Belén.