RESULTADOS DEL 2º ENTCERRADOS
La segunda convocatoria del ENTCerrados ha tenido su escondida complicación. Un inicio de relato tan aparentemente sencillo guarda la exigencia de que lo que continúe mantenga la coherencia del desatino o lo maravilloso. Además, el cierre, exigía que la escena final nos dejara la idea de que algo se escapa, pero mediante un material que, además de permitir una fluida huida, mantuviera un valor simbólico con la historia. Y lo habéis conseguido, sin duda…
Gracias por las 56 historias que habéis propuesto. Mi compañera de lectura en esta ocasión ha sido Rosana Alonso, una buena autora de micros, una buena docente en talleres, y una mejor persona en lo que corresponde a las demás cosas de la vida. Ha sido un placer poder comentar y rectificar criterios y apuntes en este ENTCerrados.
En nuestra primera lectura nos propusimos coincidir en alrededor de 10 relatos, y fuimos descartando hasta quedarnos con estos 13.
12 Primer principio de la ley de los deseos, de Antonio Toribios
16 Deseos cumplidos, de Rafa Olivares
17 Lineas divergentes de Elena Bethencourt
21 Engañar al hambre, de Asun Paredes
23 Leed, niños, de Belén Sáenz
29 Sueños rotos, de Juancho Plaza
30 El congreso, de Susana Revuelta
31 Tesoros, de Antonio Diego Araujo
35 Sueños (no) compartidos, de Anna López
44 Apocalipsis, de Rafa Heredero
45 Esperanzas, de Gloria Arcos
48 Y los sueños, vida son, de María Pascual
y 54 A dos manos, de Javier Palanca
En una segunda vuelta, y tras una ronda sencilla de comentarios nos propusimos una especie de votación que nos permitiera ir descartando poco a poco hasta quedarnos solamente con los 4 seleccinados. Gracias por no ponernoslo fácil. Y como he dicho en otras ocasiones, pudieron, fácilmente, ser otros, pero los cuatro relatos que estarán en la Primera Final Anual ENTCerrados en Enero de 2020 son
LÍNEAS DIVERGENTES, de Elena Bethencourt
Soñar despiertos era nuestro juego favorito. Por eso pasaba horas dibujándote mis sueños en las palmas de las manos para que vieras tu vida entera en pequeñito, conmigo amándote. Garabateaba niños en tu línea del futuro y te trazaba caminos alargando las rayas para andarlos junto a ti desde las yemas.
Tú sonreías como si supieras leer el destino que te había escrito y yo me acurrucaba sin miedo en tu porvenir. Luego te frotabas las palmas y me adormecía al calor del roce. Entonces aprovechabas para sacudir las manos con fuerza hasta que no te quedaba ni rastro de mí entre los dedos.
ESPERANZAS, de Gloria Arcos
Soñar despiertos era nuestro juego favorito.
Lo hacíamos todas las tardes mientras cuidábamos que las vacas de la tía no invadieran las tierras del Cura.
Después de reposar la comida, mis hermanos y yo, unidos a los niños y niñas de la aldea, trasladábamos las vacas desde la Casa Grande hasta el prado.
Una vez allí, tras asegurarnos que estaban lejos del maíz del señor Cura, nos subíamos al hórreo.
Desde aquel lugar privilegiado oteábamos el horizonte mientras hablábamos, incansables, de la esperanza de lograr una vida acomodada.
Y esta la veíamos, indefectiblemente, alejada de esos verdes campos.
Pero desconocíamos la realidad de nuestra pobreza, que se nos escurría entre los dedos.
Y LOS SUEÑOS, VIDA SON, de Maria Pascual
Soñar despiertos era nuestro juego. Bastaba con unas cuantas botellas de gel que papá traía de los hoteles. Entonces, nos regíamos por la simplicidad que capitanea el pensamiento infantil: Las botellas más alargadas y esbeltas cumplían el papel de maestros; las más achatadas y menuditas eran escolares que colocábamos en fila india, como hacían en el colegio de monjas, y pedíamos silencio para entrar a clase. Un azulejo era un pupitre, y los sentábamos por orden de lista. Tardes de domingo casi infinitas… Todo acababa cuando un alumno se derramaba y el gel se escurría entre los dedos.
A DOS MANOS, de Javier Palanca
Soñar despiertos era nuestro juego favorito. Éramos, evidentemente seguimos siendo, gemelos bivitelinos, y nos dio por nacer de distinto sexo en una familia humilde, así que nos tocaba compartir una pequeña habitación incluso en la ya más que muy tardía adolescencia.
Teníamos tal confianza, que ella me contaba a mí lo que haría con Ernesto y yo a ella con Laura, aunque ya ellos tuvieran sus parejas respectivas.
Lo hacíamos a la vez, sabiendo que todo era una realidad perdida, y que tan solo teníamos ese placer que despertaba fluidos que escapaban entre nuestros dedos.
Gracias al jurado Juan y Rosa. Muy amables. Es la primera vez que un relato mío aparece entre los seleccionados, así que me ha hecho mucha ilusión. Felicidades a Gloria, Javier y María: un lujo compartir con ustedes. Y enhorabuena a todos los mencionados por sus relatos.
Besos
Perdón, me he comido «Na» de Rosana Alonso.
Muy buenos relatos, la verdad es que hasta ahora no los había leído.
Felicidades a todos.
Yo digo lo mismo que Elena. Estoy encantada de compartir con Elena, Javier y María y por supuesto con el resto de los preseleccionados y con todos los participantes.Por supuesto, también doy las gracias al jurado Jams y Rosana por hacerlo posible. Un abrazo.
Bueno, pues contento de estar ahí con una cierta picardía.
Felicidades a los ganadores y finalistas. Abrazos.
Gracias, Salvador. Un abrazo enorme
Preciosos y creativos relatos. Enhorabuena a todos/as.
¡Enhorabuena a todos y en concreto a finalistas y ganadores!
Simplemente contenta. Que un jurado tan selecto como este haya valorado mi cuento pues me hace feliz. Mis felicitaciones son para los 4 seleccionados, pero sobre todo para los 56 autores, para todos ellos. Nos vemos en el siguiente.
Enhorabuena!!! Geniales relatos!!! 😉
Un saludo!!!
¡Felicidades a esos finalistas y seleccionados! Me gusta la selección del jurado.
¡Enhorabuena! Muy buenos relatos. 🙂