61. Los amantes viajeros (María José Escudero)
Ya sé que no vas a enfadarte si me quedo. Pero hemos viajado juntos por la vida desde que cumplimos los dieciséis y no quiero dejarte sola. Cargábamos la mochila al hombro y partíamos al monte tan felices. ¿Recuerdas? Cuántas noches de agosto, como esta, hemos visto caer estrellas, cuántas hemos dormido al raso acurrucados en aquel saco de plumas. Y las veces que hemos asomado la cabeza por los faldones de la canadiense—nuestra primera casa— para ver amanecer. Así año tras año hasta que saqué la oposición y nos casamos, y cambiamos el camping por el hotel. Luego nos propusimos visitar todas las capitales europeas y casi lo conseguimos. Ya sé que hubieras querido cruzar el charco y conocer La Habana, sin embargo, lo que hemos disfrutado en Benidorm no tiene precio.
Me da pena por la asistenta. Se va a disgustar cuando se entere mañana, y es que vaya una ruta que hemos elegido en esta ocasión. Van a pensar que estamos locos.
Me explicaron que estas píldoras rosas tardan media hora en hacer efecto. Veo que asientes.
Buen viaje, mi amor. Déjame darte un beso antes de partir.
Yo abogo para que cada uno se vaya cuando quiera, y qué mejor que hacerlo con la persona a la que amas, con la que ha compartido toda tu vida.
Un relato precioso, me ha encantado María José. Bien dosificada la información hasta ese final inesperado.
Mucha suerte y abrazo
Muchas gracias, Rosy por leer y comentar este relato sencillo. En circunstancias tan excpecionales como estas en la que la pareja lleva unida desde la adolescencia y, además de la vejez se suma una enfermedad incurable y dolorosa de uno de sus miebros, se impone la lealtad y hacer un último viaje juntos. Tal vez sea miedo a la soledad, pero es sobre todo, un acto de amor. Un beso, Rosy. De nuevo gracias por comentar.
Una pareja con una larga trayectoria en común, desde el despuntar de la adolescencia, con el viaje como materia común y fundamental para unirlos. Sus estancias y destinos nos hablan del paso del tiempo. Al principio, casi unos chiquillos, apenas tienen un saco en el que dormir al raso. A medida que pasa el tiempo, cuando tienen trabajo y se afianza su economía, lo cambian, progresivamente, por una tienda de campaña y hoteles. Es de suponer que también tendrían un hogar estable en el que permanecer entre salidas y llegadas, pero no lo mencionas porque en su caso resulta secundario, lo suyo es el movimiento. Su último destino: Benidorm, demuestra que han llegado a la tercera edad.
La vida, a veces, permite el milagro de que dos personas vivan unidas la mayor parte de su existencia, pero no consiente que los dos se vayan a la vez, ya sería mucho pedir; para eso pueden estar las soluciones químicas, que permiten afrontar el último viaje juntos. Él sabía que los años que le quedasen no tendrían sentido sin ella.
La historia de un amor envidiable, con un título muy atrayente y un final a la altura de sus personajes, que demuestran que hay pérdidas irreparables y eso de «la vida sigue» no es para todos ni para todos los casos.
Un abrazo y suerte, María José
Destaco, como tú, que es una historia de amor envidiable. Cuando se padece una enfermedad degenerativa y se constata el sufrimiento, la pérdida de dignidad y el temor a ser una carga para los demás, es comprensible que se solicite ayuda. En este caso la decisión obedece, seguramente, a un deseo expresado por ambos en su dia, el deseo de viajar juntos hasta e final en un acto de amor y lealtad. Muchisimas gracias, Ángel por acercarte y comentar. Tus palabras son siempre estimulantes, siempre esperadas. Un beso.
Hola, María José.
Un relato impregnado de romanticismo con un desenlace que podría ser bastante cuestionable, aunque yo me abstengo de hacer juicios morales, porque los personajes de ficción, al igual que las personas reales, tienen vida propia y gozan de libre albedrío.
Suerte, querida amiga. Un abrazo.
Como bien dices, esta historia está impregnada de romanticismo y el amante narrador se salta las reglas estereotipadas y lleva a cabo un acto que ha sido en su día consensuado. Una decisión muy dura, muy difícl, pero, segurante, quería aliviar el dolor de su amada. El tema es fuerte, pero aquí solo hay dos personajes que quieren viajar juntos hasta el final.
Muchísimas gracias por tu visita. Me alegra mucho. Un abrazo, Ángel.
Hola, María José.
Preciosa historia de amor, que por desgracia tiene demasiada conexión con hechos ocurridos en la vida real.
Mucha suerte y un abrazo.
Muchísimas gracias por acercarte y comentar, Ton. Como bien dices, conocemos historias en las que se vive este dilema sobre el suicidio asistido o sobre la eutanasia y bien merece un debate. En este caso trato de contar una sencilla historia de amor en la que los protagonistas quieren viajar juntos hasta el final. Yo creo en la libertad y ahí lo dejo. De nuevo muchas gracias por tu visita. Un abrazo.
Bonita historia de amor.Un beso.
Me alegra que te guste, Maite. Muchísimas gracias por leer y comentar . Un beso.
Qué bonito amor, con ese final tan triste que no puedo compartir. Creo que los finales no deben anticiparse y que siempre puede quedar algo precioso por vivir.
aparte de esto me parece un relato precioso y muy bien contado, enhorabuena!
Un beso
Hola, Asun. Muchísimas gracias por tu visita y por tu amable comentario. Efectivamente, la historia es triste y las circunstancias tan excepcionales que los protagonistas toman una decisión drástica :viajar juntos hasta el final. Puede ser éticamente aceptable o no, va a depender de nuestras convicciones. En este caso solo es una historia de amor y lealtad, El narrador no se siente capaz de afrontar la vida sin su compañera, sin su amada.
De nuevo muchísimas gracias. Encantada de que me hayas leído y además comentado. Un beso.