EN BUSCA DE UN RELATO MARRÓN
No seais injustos. El marrón tal vez sea de los colores peor valorados del arco cromático. Enseguida, alguno puede pensar que lo primero que se le ocurre de este color es algo desagradable y en cambio para unos pocos puede ser de lo más delicioso (con almendras, avellanas o por sí mismo)… de lo más escatológico a lo puramente placentero.
No es de los colores que más gustan a la hora de vestir, por ejemplo. Exceptuando el caso de las prendas de cuero, en el resto de los materiales, parece ser un color del pasado, y es que antiguamente se solía usar mucho entre la gente menos pudiente, porque resistía bien la suciedad, aunque de ese modo se nos haya quedado en el pensamiento así, como un color sucio.
Creo que de esa imagen del pasado podemos sacar la idea que revuela en nuestras cabezas de que sea el color de lo común, de lo sencillo, de lo honrado y también de lo mediocre. Es evidente que quien se viste de marrón no trata de destacar…
Y aunque cada uno es cada cual en eso de decorar y poner colores al hogar donde pasa la vida, suele ser uno de esos colores que siempre resulta acogedor en una casa: en alfombras o en tantos objetos del mobiliario…
Es un color muy ligado a la naturaleza. La madera, la piel de muchos bichos y el cuero consiguiente, la tierra, el precioso tono de las hojas en otoño… Y justo por ello, se le asocia a lo marchito, a lo podrido, a lo enfermo, a lo que va envejeciendo.
También me han contado que es un superviviente nato, un color versátil que aparece en muchas mezclas diferentes: rojo y verde, violeta y amarillo, azul y naranja…
Leo por ahí que a lo áspero y a lo amargo se le relaciona con el marrón pero en esto de los sentidos creo que el gusto y el olfato podrían rescatarlo de cualquier criba por dos aromas que creo que le ponen las pilas a medio mundo: el café y el cacao.
Al final, a cada color se le acaba colgando unas cuantas etiquetas simbólicas que no siempre están claras en su origen, pero seguro que corresponden a algo… Leo por ahí que el marrón es el color del disimulo y la infidelidad, y también representa la brutalidad, la virilidad y el conservadurismo.
Pues nada, aquí os dejamos el marrón (la dificultad, el problema) de rebuscar entre todo lo que este color os despierte y encajarlo en esa historia que ya estamos esperando…
Por cierto, feliz otoño.
no me sirbio