6. LAPSO
El pensamiento no se presentaba en palabras que pudieran tomarse como punto de partida para desarrollar una secuencia lógica y llegar a un final, sino más bien como un cúmulo arrollador de sensaciones que acudían vertiginosas a mí, recorriéndome desde la frente hasta la punta de los dedos.
Entre tanto, mis pensamientos parecían ajenos al sentimiento de relación con la avioneta. Estaba pilotando mecánicamente, perdido en mi interior.
De pronto, el mar de pinos se abría para dejar ver las llanuras que se desplegaban a mi frente mostrándome múltiples parcelas, porciones de paisajes que se necesitaban unas a otras para ser paisaje y que se sucedían para ser un vasto paisaje. Sentí la soledad como un objeto que perdía su transparencia y se hacía casi palpable. Al mismo ritmo mi pasado se quedaba más y más atrás, no olvidado sino ajeno.
Al volver la luz me quedé en mi asiento, descontrolado, adaptándome al nuevo ambiente. Sin poder articular movimiento alguno hasta que reconocí la gran pantalla semicircular del Cinerama que se había quedado en blanco.
Existen pocas cosas que sepan transportarnos más y mejor a otros lugares que una pantalla de cine. Cinerama fue un sistema ideado para lograr un mayor realismo y escenas envolventes. Es lógico que tu protagonista no sea capaz de reflexionar mientras recibe un bombardeo de imágenes y sonidos que acaparan toda su atención, pasando de un escenario a otro. Cuando el proceso concluye y vuelve a encontrarse a sí mismo siente que solo ha sido un paréntesis, un lapso pasajero. Ahora viene lo complejo: la vida real, con todo lo que conlleva.
Un relato que muestra las sensaciones y el contraste entre dejarse llevar y tomar las riendas de la existencia.
Un saludo y suerte, Juan Manuel
Gracias por tu atenta lectura y este certero comentario.
En efecto, esas sensaciones que nos transportan sin control a mundos paralelos deben enseñarnos a tomar consciencia (darnos cuenta de las cosas) para poder tomar conciencia (tenerlo en cuenta) y que nos sirva de algo.
Un abrazo y suerte, Ángel.