COPA ENTC 2022 / ENCUENTRO R2 / 15
Encuentro R2/15
MANUEL MENÉNDEZ / ASUN BUENDÍA / JESÚS REDONDO LAVÍN
Cada uno de los participantes señalados anteriormente tendrá que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 102 palabras (sin contar el título) antes de las 20 horas (hora local peninsular española) del JUEVES 12 DE MAYO
cumpliendo las siguientes condiciones:
CONDICIÓN 1:
UNA HISTORIA… ILUSTRADA
El relato tendrá que estar inspirado en cualquiera de las dos ilustraciones que os adjuntamos en la imagen superior (puedes ampliarla haciendo doble click sobre la imagen).
CONDICIÓN 2:
ALGO FANTÁSTICO
Será obligada la presencia, de manera puntual o desarrollado a lo largo de todo el relato, de algún elemento fantástico .
CONDICIÓN 3:
UNA PALABRA EN LA ÚLTIMA FRASE.
La última frase tendrá que incluir obligatoriamente la palabra
PIES
Podrá ir en cualquier lugar de la la frase y aparecer con cualquier variación de género o número posible.
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Tendréis que pegar vuestro relato como comentario a esta entrada del blog. Cuando los tres relatos hayan sido publicados, abriremos el enlace a la VOTACIÓN POPULAR mediante un formulario en el que podrán votar todos los usuarios de ENTC (participantes de la Copa ENTC 2022 o no) salvo, lógicamente, los jugadores implicados en este encuentro. La votación permanecerá abierta hasta el viernes 13 de mayo.
Consultadnos cualquier duda. Hay tiempo.
REVISAD BIEN EL TEXTO ANTES DE PUBLICARLO PORQUE, UNA VEZ HECHO, NO HABRÁ POSIBILIDAD DE CORREGIR NI REEDITAR.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
Otra vez Alicia
Sobre las dunas, la luna. Y de nuevo Alicia sentada, ausente, jugando al juego de la estilita, mirando a las estrellitas. Qué miras que se haya ido, qué esperas que añoras. Por mucho que crezca la columna de tu imaginación y que te narcotices bamboleando tu soledad, tu Pegaso alado no va a venir, se desvaneció hace muchos siglos, en el tiempo de las ordalías.
Vamos, vuelve a clase, se acabó el recreo. Baja al suelo, soñadora, que la realidad no es el desierto que tu piensas. Desciende, ponte de pie o de pies que lo mismo da, que da lo mismo.
Cartas desde el sanatorio
¡Vaya timo! Le dije al encargado que su tren del terror no daba ningún miedo. Con una mirada maligna me invitó a otro viaje. Volví junto a Elena, esperando un poco de adrenalina esta vez. Nuestro vagón emprendió un camino diferente. Iniciamos un descenso vertiginoso a oscuras. Perdí la noción del tiempo. Unas rocas luminiscentes me hicieron entrever seres deformes escondidos en nichos, criaturas ciegas olfateándonos. La oscuridad volvió entre olor a podredumbre, chasquidos de dientes, roce de garras. Grité. Gritamos.
Cuando emergimos a la luz, a mi lado solo quedaban los restos medio devorados de un pie con las uñas pintadas.
Cuentos de miedo
Aquél día afirmaron que ese sería nuestro último viaje.
Inquieta, antes de llegar al túnel intenté recordar en qué momento los niños dejaron de serlo.
Cuándo aquél agujero horadado en la mole imponente de la montaña dejó de ser la boca risueña del gigante amigable que les dejaba caramelos en el asiento del tren al volver a la luz. Cuándo quisieron otras historias y cuándo dejé de contarlas yo.
Sentían fascinación por la oscuridad y sus rostros se transformaban con horrendas muecas invocando al maligno.
Yo temblaba, ellos reían.
Me puse de pie para huir, pero ya nunca salimos del túnel.