05. BENEFACTOR (Ángel Saiz Mora)
Estimado gerente
Sé que le sorprende recibir un sobre a su nombre y sin intermediarios. He trabajado en favor de sus intereses, consagrados a multiplicar beneficios a cualquier precio. Me dedico a las finanzas, pero también escribo por afición, sin ánimo de lucro, algo que a usted le cuesta entender. Reivindico el género epistolar, como esta misiva en papel, con la que pongo todas las cartas sobre la mesa.
Fui parte de su entramado para blanquear actividades ilegales, moralmente reprochables, con canales de evasión fiscal en el extranjero que le reportaban beneficios insultantes. He boicoteado ese despropósito de jugador tramposo. Si, su castillo de naipes se desmorona.
Organismos que socorren a los desfavorecidos (aunque le parezca increíble, existen) recibirán donaciones millonarias, las suyas, de forma anónima, usted no merece reconocimiento social por un altruismo al que le fuerzo. Así lavo su conciencia y la mía. No puede impedirlo. Guardo un as en la manga: esta carta, junto con cientos de evidencias, será pública si algo me sucede.
Algún día, cuando se pregunte si su vida ha merecido la pena, me lo agradecerá. Ruego que acepte mi primera novela, que adjunto y le dedico. La lectura purifica el espíritu.
Atentamente
Soberbia carta epistolar utilizada para chantajear a un hombre corrupto, tanto como el propio escritor que lo utiliza para poder editar su propia novela.
Creo que está magníficamente elaborada con dos frases finales geniales para entender perfectamente esa historia de vida. Mi felicitación y gratitud por mostrárnoslo.
La mejor manera de reportar a la sociedad lo que se le ha sustraído es tratar de poner un poco de equilibrio en el mundo, entregando a los necesitados lo que a otros les sobra, en especial si lo han logrado con malas artes. Sí que se trata de un chantaje en este caso, pero al mismo tiempo intenta ser una buena obra. El narrador no utiliza, en realidad, dinero corrupto para editar su novela, sino que se vale de sus conocimientos financieros para hacer donaciones altruistas, también de su dominio del idioma para comunicárselo al potentado y tratar de enderezarle.
Gracias por leer y comentar, Isabel.
Un abrazo
Sr. Ángel, buen día. Le conozco, si se puede llamar así, de leerlo. Es usted, sin duda, quien más escribe aquí. Es un placer leer cada una de sus respuestas a sus compañeros, exposiciones detalladas cada una de ellas. ¡Gracias!
Leo los relatos y luego siempre busco su respuesta. A ver que ha escrito el Sr. Ángel…
Otro relato acerado y, esta vez, con retranca letal, Ángel. Qué cierto es que la información es poder. Suerte y un abrazo, amigo.
Genial relato que condensa las miles de historias de personajes segundones que han encumbrado a la riqueza y/o al poder a otros seres mediocres, avaros o sencillamente obtusos (como en «Cadena Perpetua» dijo Tim Robbins al director de la prisión). Esos jefecillos sin escrúpulos que explotan a terceros en propio beneficio, en algunas ocasiones salen a la luz, en otras muchas no son evidentes pues es cuestión de tiempo y en todas las ocasiones, son despreciados por la sociedad y, como todos, se van al «otro barrio» sin nada, ni siquiera se llevan la conciencia tranquila.
Magnífico relato que da para poner en evidencia mil historias del género humano.
Felicidades, Ángel. Tus relatos nunca me defraudan.
Un fuerte abrazaco y otro por si se pierde el primero.
Hola Angel. Estoy de acuerdo. El mundo necesita gestos de este calado para no caer del todo. Denunciar, de esta forma, elegante, sería ideal. Para hacerlo hay que tener mucho estilo, como el prota de tu historia.
Suerte y abrazos
Otir, creo que no nos conocemos, pero me permito decirle que leer los relatos de ENTC es una sana y edificante costumbre. Me alegra que le agraden mis comentarios y que también haya leído este pequeño relato de mi autoría.
Muchas gracias y un saludo, Otir
Está claro que la información es poder, como también es cierto aquello de «cuanto sufre el que sabe». El protagonista y narrador de esta pequeña historia ha utilizado su amplio conocimiento de una realidad, a todas luces deplorable e injusta, para darle la vuelta y volverla contra su causante, al tiempo de ofrecer (más bien imponerle) una oportunidad de enmienda.
Muchas gracias y un abrazo, Puri
Tengo un amigo que sabe mucho de estos temas, porque trabaja en ello, a quien pregunté una vez si los que roban y defraudan, hasta el punto de convertirlo en un hábito al que no le ven límite, creen que nunca les atraparán; me contestó que ni siquiera lo piensan, siguen en su mundo creyéndose impunes. Por suerte, hay personas honestas que trabajan para frenar a estos personajes, como también colaboradores arrepentidos, que sería el caso del protagonista de esta pequeña historia.
Mil gracias por tu lectura, tu fina reflexión y tus amables palabras, amigo Isidro. Ahí te mando otro abrazaco de vuelta.
En sociedades en las que la corrupción, la ruptura de reglas y la falta de escrúpulos es lo que parece que se impone, resulta muy de agradecer un soplo de aire fresco, un acto de honestidad, que vuelva a hacernos creer que, a pesar de todos los defectos, el ser humano quizá sí tenga esperanza y futuro.
Muchas gracias, Calamanda.
Abrazos
Enhorabuena Ángel por este nuevo relato.
Nunca antes había comentado ningún relato, porque soy relativamente nuevo en esto y no me veo capacitado para expresar una opinión. De todas formas, es de agradecer cuando algún compañero/a comenta tu relato como haces tú con cada uno de los aquí publicados. Gracias.
Respecto a tu texto, me uno a lo expresado por los compañeros anteriormente, pero quizá una de las cosas que más me han gustado es que “los naipes” no son explícitos y utilizas expresiones de uso común relacionadas con los juegos de cartas. Me parece muy original.
Me encanta la frase final, consejo, para su jefe corrupto, “ la lectura purifica el espíritu”.
Un saludo y suerte.
Ángel,
Me uno a todos los comentarios que te han hecho, me parece un relato excelente y me ha gustado mucho que menciones la forma física de una carta o misiva, en lugar de un correo electrónico por ejemplo, de hecho me ha encantado ese detalle. Me he imaginado la cara de seta del destinatario al leerla, por desgracia, hay muchos de esos sueltos por la vida…
Abrazos
Seguro, Fernando, que estás más que capacitado para expresar tu opinión respecto a cualquier relato. Acierte más o menos, en mi caso disfruto mucho leyendo y comentando, no menos que aprendiendo, porque todo el mundo tiene siempre algo que aportar. Disfrutar y aprender, qué más se puede pedir.
Agradezco mucho tu lectura y tus palabras.
Un saludo, bueno, ya vamos teniendo confianza: un abrazo, Fernando
No se puede ir en contra de los tiempos, los correos electrónicos y los mensajes a través del móvil se han impuesto, la tecnología manda, por algo será y tiene sus ventajas, por supuesto, lo que no quita para que los que hemos conocido unos usos anteriores, que ya parecen lejanos, sintamos cierta nostalgia. En todo caso, es indudable que la fuerza de un papel escrito de puño y letra es difícil de sustituir, así fue más impactante aún para el destinatario en este relato.
Muchas gracias, Aurora.
Abrazos
Muy bien traídas las frases hechas y muy reivindicativo el mensajero en su papel de escritor. Lo que no sabemos es si el destinatario llegó a leer la novela o si al terminar la carta sufrió una apoplejía…..
Como siempre un montón de ideas en tan pocas palabras.
Un abrazo
Las cartas, querido Ángel, tienen un valor incalculable, exaltan el amor cuando esa es su intención, crean misterio en el momento de abrirlas, lágrimas cuando dan malas noticias, esperanza con la despedida («nos veremos pronto») y mantienen unos lazos desde que uno empieza a escribirlas hasta mucho más allá de que las acaba de leer el receptor. Sus frases no vuelan como la palabra oral ni desaparecen como en la Red.
Y tu carta tiene todo el sentido para crear vida y justicia.
Parece que al personaje no le quedaba mucha elección: resignarse y rectificar, o, como bien apuntas, sufrir algún ataque de pura rabia e impotencia. En cuanto a leer la novela, mucho tendría que cambiar, pero quién sabe, a veces hay casos sorprendentes, aunque sea un poco a la fuerza.
Muchas gracias, Ana
Un abrazo
Las cartas son un género en sí mismo, que estamos perdiendo (si no lo hemos hecho ya) llevados por los tiempos. Cuán gratas eran esas comunicaciones de los amigos que llegaban al buzón durante las vacaciones de verano, o las postales, con las que recordabas a alguien y al tiempo también le dabas un poco de envidia presumiendo de viaje. Ahora todo parece demasiado acelerado, mientras que el papel con palabra escrita, pese a su aparente fragilidad física, tiene clara voluntad de permanencia. La correspondencia dice (o decía) mucho de una persona.
La carta en la que se engloba este relato pretende descolocar al destinatario, comenzando por un formato que no se espera.
Mil gracias y un abrazo, Ezequiel
Creativo a tope, imaginativo, y has enlazado dichos y frases hechas a la perfección con la historia. Me encanta. Bravo por este relato, Ángel. Mucha suerte y un abrazo.
Ya sabes cómo es esto: surge una idea y luego nunca se sabe cómo vamos a terminar. Éste ha salido así.
Mil gracias y un abrazo, Pablo
Me encantaría poder ver la cara del receptor de esta carta. A alguien que ha actuado sin ningún tipo de escrúpulo, recibir este mensaje escrito por uno de sus cómplices, ahora arrepentido, en forma de carta a la vieja usanza, le tiene que dejar totalmente descolocado, y más sabiendo que no puede hacer otra cosa que aceptar lo que este escritor aficionado ha decidido, erigiéndose en benefactor de gente necesitada, para limpiar la conciencia de los dos. Ojalá casos así se vieran en la realidad, pero creo que, como las cartas en papel, las probabilidades de que se den son prácticamente inexistentes. Estupenda propuesta, Ángel. Un abrazo y suerte.
Se dice que a veces la ficción supera la realidad, aunque, para ser honestos, es difícil que un caso así llegue a verse. El dinero y el poder, retroalimentados el uno del otro, son una simbiosis difícil de batir, pero por imaginar que no sea, aunque se quede en quimera. Hay personajes que bien merecerían un buen escarmiento y que la desigualdad que generan se compensase entre quienes más lo necesitan.
Agradezco mucho tu lectura, tu análisis detallado y tus amables palabras.
Un abrazo, Juana
Qué gran satisfacción devolver el golpe al corrupto, además donde más duele. Adelantar al que se pasa de listo, hacer buena a una persona aún en contra de sus deseos. Es un golpe maestro. Es un relato maestro.
El protagonista lo tenía todo bien pensado y bien atado; alguien experto en buscar recovecos para enriquecerse con malas artes es un buen candidato para urdir un plan inexpugnable, que no deja opción al otro personaje sin escrúpulos, a quien fustiga de forma definitiva y con su misma moneda.
Muchas gracias, Susana. Un abrazo
Hola, Ángel.
Indirectamente otro tipo de cartas han dejado patente el uso del tema propuesto para esta convocatoria, además de los naipes.
Ojalá hubiera muchos más benefactores de este tipo para compensar tanta maldad y tanta gente sin conciencia.
Un relato lleno de bonhomía, como la persona que lo escribe.
Un abrazo, estimado tocayo.
Efectivamente, hay otro tipo de cartas, las escritas, en desuso si se compara con su larga etapa de esplendor, al igual que también expresiones basadas en los naipes. Como bien dices, ojalá a más de uno se le pudieran frenar sus hábitos delictivos promoviendo que hiciese el bien.
Mil gracias, tocayo, cuánto vales.
Anda, qué bien ha jugado las cartas este señor, además de cubrirse las espaldas con acciones bondadosas, le deja su libro, no sabemos si como enseñanza o como castigo y penitencia, jajaja. Muy ingeniosa y historia, y, como siempre, muy bien narrada. Abrazos de verano.
Poner en conocimiento de las autoridades al corrupto solo reportaría una satisfacción de justicia legal. Pero, en cambio, el protagonista le obliga a paliar su mezquindad ayudando a los que más lo necesitan. Ángel las cartas sobre la mesa, ¡excelente! Un abrazo y suerte.
Cierto, Mariángeles, se diría que este experto en finanzas y escritor ha sabido jugar bien sus cartas, convirtiendo al oponente en un jugador sin posibilidad de escape de su encerrona. No sabemos si el personaje corrupto leerá o no el libro, lo que está claro es que tiempo va a tener a partir de ahora.
Muchas gracias y un abrazo, Mariángeles
Quizá no haya mayor justicia, Salvador, que la de restituir a las víctimas de la sociedad lo que ésta les niega. Para ello, como bien dices, el protagonista ha puesto todas las cartas sobre la mesa, o toda la carne en el asador.
Mil gracias y un abrazo, Salvador
No me sorprende que un protagonista que reivindica el género epistolar haya sabido escribir y jugar su carta tan, pero tan bien… y no me caben dudas de que su «benefactor» publicará su libro con muchísimo gusto, jaja…
Como siempre, Ángel, nos regalas un micro perfecto, sin fisuras, a quienes te leemos, comentamos y admiramos… (y entre nos, a mí ya me regalaste una respuesta al comentario, porque leyendo lo que te han escrito más arriba,
veo que me agradeces a mí un sesudo comentario que te hizo Mercedes, jaja)
Besotes 😘😘😇😇
Sí que es cierto, queriendo contestar a Mercedes puse tu nombre, Mariángeles, en lugar del suyo. Se ve que acababa de leer y comentar tu relato, me había quedado con tu nombre en la cabeza y trastoqué uno por otro. Espero que me perdonéis las dos. Ahí van mis disculpas por partida doble.
Por otro lado y como no puede ser de otra forma, agradezco mucho la lectura que has hecho de mi pequeña historia, tu tiempo y tus palabras.
Muchas gracias, Mariángeles. Y, de nuevo, siento la confusión, Mariángeles y Mercedes
Hola, Ángel. Aquí llego con mi comentario tardío. Me gusta la carta de principio a fin y frases como “sin ánimo de lucro, algo que a usted le cuesta entender” pero lo que me encanta son los tiempos verbales que utilizas: el castillo de naipes se desmorona (ahora) y la donaciones se “recibirán”. Para el destinatario, el saber que las cosas están sucediendo y van a suceder sin que él pueda hacer nada para evitarlo, debe ser mucho más desesperante que recibir la noticia de un hecho consumado. En resumen: una carta genial y un placer leerla.
Un abrazo.
Había tanta planificación que no le ha quedado margen de escape al destinatario. Esa carta es una verdadera hoja de ruta de un estilo de vida que ya no podrá eludir.
Muy agradecido por tu lectura y tus palabras, Jorge. Un abrazo
Un 1
Más allá de la indudable lección moral de su contenido, este micro es redondo también en la forma. Fluye sin aristas (¡como si conseguirlo fuera fácil!).
Lo he leído con la expectación inicial y luego lo he releído, con tiempo para detenerme en los detalles. Es genial, se mire por donde se mire.
Enhorabuena Ángel, me ha encantado.
Agradezco mucho tu lectura, tu tiempo y tus palabras. Uno escribe por una necesidad o inquietud interna difícil de explicar, siempre con la esperanza de ser leído, ciando se consigue ya no se puede pedir más.
Gracias otra vez y un abrazo, Cecilia
Menuda pareja! Yo creo que pertenecen a la misma calaña, aunque uno de ellos ejerza de enmendador de entuertos. Evidentemente, basado en hechos reales. Un magnífico relato, hilado con puntada fina. Un abrazo y suerte, Ángel. Que tengas un feliz verano.
Cada uno va un poco a lo suyo, si. Al menos, parece que uno puede enderezar un poco al otro,además de hacer que se destine el dinero de la corrupción para buenos fines.
Me alegra que te guste, Javier. Muchas gracias, un abrazo y feliz verano también para ti.