29. Árbol genealógico
Arash casó con Roshni, que engendró a Ebrahim.
Ebrahim casó con Amit, que engendró a Habis.
Habis casó con Weendy, que engendró a Cedric.
Cedric casó con Urraca, que engendró a Fernando.
Fernando casó con Luscinda, que engendró a Lesmes.
Lesmes casó con Martina, que engendró a Sancho.
Sancho casó con Jalila, que engendró a Al Abbas.
Al Abbas casó con Isabel, que engendró a Faysal.
Faysal casó con Juana, que engendró a Martin.
Martín casó con Sara Sofía, que engendró a Leonel.
Leonel casó con Mayra-Liz, que engendró a Héctor Antonio.
Héctor Antonio casó con María, que engendró a Ezequiel.
Ezequiel casó con Habiba, que engendró a Abed.
Abed casó con Zaina, que engendró a Abul Bakr.
Abu Bakr casó con Raissa, que engendró a Hamid.
Hamid, hijo de Abu Bakr, hijo de Abed, hijo de Ezequiel, hijo de Héctor Antonio, hijo de Leonel, hijo de Martín, hijo de Faysal, hijo de Al Abbas; hijo de Sancho, hijo de Lesmes, hijo de Fernando, hijo de Cedric, hijo de Habis, hijo de Ebrahim, hijo de Arash.
Rescatado en una patera en el Mar de Libia.
Ilegal sin papeles.
Acogido hasta su repatriación.
Llega un momento en el que quienes nos precedieron se pierden en la noche de los tiempos. Si lo pensamos bien, la mayoría tenemos recuerdos y vestigios o referencias de abuelos y bisabuelos. El caso es que a Hamid no le ha servido de nada todo lo anterior para tener una vida digna, tal vez sus ancestros estuvieron en la tierra en la que pretende que le acepten, pero eso ni él seguramente lo sepa ni cuente, le ha tocado el lado hosco del mundo y difícil le resultará pasar al otro.
Un relato que, sin decir de forma expresa, cuenta mucho, con este árbol genealógico hacia adelante en el tiempo y hacia atrás.
Un abrazo y suerte, Ezequiel
Gracias por tu comentario, Ángel.
Lo cierto es que si echamos la vista atrás y repasamos nuestros apellidos, podemos encontrarnos con ascendencia árabe, teutona, judía, castellana, celta o de cualquier otra raza o religión o región; pero eso es tan cierto como que lo de ser ciudadano del mundo está cada vez más lejos.
Un abrazo.
¡Guau! ¡Y me lo había perdido! ¿Ha tenido que señalármelo el jurado? Me quito el cráneo. Necesario y demoledor.
Magnifico, bíblico.
Castigo divino el nacer en el lado equivocado.