13. Dos ramitos (Jerónimo Hernández de Castro)
La chica de la guitarra me ha descubierto. Con frecuencia pasa cerca de la floristería camino del local donde ensaya. Era cuestión de tiempo. Me gusta comprar las flores aquí y elegirlas personalmente.
La primera vez, ella estaba parada frente al escaparate y me vio salir con los ramos. Entonces no podía saber lo de mi amante, y mucho menos percatarse de este sentimiento de culpabilidad que me obliga a enviar a mi mujer un ramillete igual, siempre de violetas.
Mi esposa debió sorprenderse mucho por recibir aquellas flores anónimas y aún me oculta todas las que ha recibido después. Ahora parece más feliz, aunque siga quejándose de mi falta de ternura. Desde el primer envío, no me atreví a adjuntar la tarjeta con los besos apasionados, la que nunca falta en el otro ramo, destinado a quien me vuelve loco desde hace ya más de tres años.
Creo que en mi casa nadie sospechará cuando escuchen la canción que acabo de oír en la radio. No cabe duda de que la chica de la guitarra se ha inspirado en mí y en mis ramos de violetas. Es mejor para todos que solo hable de uno de ellos.
Como a tantas personas, siempre me ha gustado mucho «Un ramito de violetas» de Cecilia, aunque nunca llegué a comprender a ese hombre con «mal genio» y que «nunca fue tierno» que, sin embargo, sí que tenía un corazoncito a pesar de todo, que por un orgullo que ni él mismo sabría explicar no acababa de reconocer. Con tu relato ya me ha quedado clara esa laguna, hacia falta que alguien contase lo del segundo ramo que tan bien has imaginado.
A partir de una historia conocida has creado otra que la complementa, no menos original, sino al contrario, en la que el componente anónimo es importante, con homenaje a una gran cantautora y a una canción inolvidable. Cada personaje de este trío es feliz a su manera, mientras se mantengan ciertos silencios que enmascaran un secreto.
Un placer leerte, Jero.
Un abrazo
Muchas gracias Ángel. La preciosa canción de Cecilia ha despertado mi curiosidad por explorar si habría algo más en el comportamiento de los protagonistas que hiciera estable un equilibrio tan especial. Un abrazo enorme
Muy bien llevada la adaptación de la famosa canción de Cecilia con ese giro del segundo ramito para la amante que tú has imaginado. Me alegra mucho leerte por aquí, Jero
Muchas gracias Paloma. Intentaré asomarme de nuevo a este espacio que tanto me gusta. Aunque sea encontrando amantes olvidadas en canciones que me encantan. Un beso grande
Era Cecilia no Jeannette, que me venía la musiquilla y no daba con la letra ni la cantante.
Tú le has puesto una letra gemela. Que a lo mejor andaba escondida como a la sombra de la canción y la has descubierto.
Me uno a Ángel y Paloma, qué alegría da leerte por aquí.
Mucha Suerte Jero ♣
muchas gracias Esperanza! A ver si vuelvo con la continuidad de antes. Siempre es un placer leeros y aprender de vuestros comentarios. Un beso enorme
Gracias a tu relato descubrimos que la preciosa canción de Cecilia tiene una cara B, donde la historia adquiere otra dimensión. Buen micro, Jero. Mucha suerte.
muchas gracias Pilar! Un beso grande!