17. INVESTIGACIÓN PRIVADA
Sus labios se entendían sin palabras mientras sus besos desnudaban el amor que se escondían. Ella le cogió la mano y la acompaño hasta encontrar la redondez de su blusa. Siempre me gustó esa blusa. Él temblaba, y la inocencia de sus movimientos hacía sonrojar a la mujer, que con los ojos a oscuras, tiraba de la hebilla de su cinturón mientras la intensidad perdía la vergüenza en la entretela del pantalón. La ternura dio paso a unas respiraciones entrecortadas, cómplices de un movimiento mecánico.
Mi cámara seguía grabándoles. Apague el cigarro. El trabajo estaba hecho. Abrí la puerta del coche desde el que observaba. Me incliné sobre la vida para no ahogarme con aquellas arcadas del corazón; mientras, la cabeza replicaba. Ojalá el trabajo fuese para otro.
Un investigador privado debe saber ver y sacar a la luz lo que trata de ocultarse, una labor que requiere no poco oficio y frialdad, capacidad para nimetizarse con el entorno sin juzgar ni tomar partido; pero por profesional que sea, también es persona, susceptible de que sucesos e individuos, aun ajenos, le dejen alguna huella.
Un saludo y suerte, Juanma
Hola Juanma,
tu relato me ha parecido muy bueno , muy bien construido y con esa frase final que refleja la razon de su malestar. Ha cosntatado la infidelidad de su pareja. Me ha gustado mucho. Suerte.
Todo trabajo tiene sus inconvenientes y a veces estos son inesperados.
Buen texto.
Saludos.