25. ES HUMILLANTE PERO SOBREVIVO (Isabel Cristina)
Sola, como diosa todopoderosa y temida, acostumbré a pasear nómada a altas horas de la madrugada cuando el sueño nocturno era algo inalcanzable. Busqué compañía para no verme como un ser fantasmal y acabé con amantes placenteros (o no) por un rato. Me descubrí habituada a aceptar dinero y sexo unidos y encadenados, una combinación muy primitiva. Yo sabía, y me repetía que era un error; aún así, me sorprendía a mi misma haciéndolo y jurándome, cada noche, que no volvería a ocurrir, que había sido la última.
—Me tomaré un trago antes de irme a casa —sugerí al camarero.
—Y por favor, os ruego que no me juzguéis —imploré a todos desde la puerta del motel.
Una vida muy dura, de personas que a la vez pueden ser diosas deseadas y mujeres señaladas con el peor de los conceptos.
Uno de los oficios más antiguos del mundo contado desde dentro.
Un abrazo y suerte, Isabel Cristina.
Sola, diosa y movida por instinto primitivos como las bestias, un ser asocial hundido en sus miserias, muy buen retrato.
Suerte Isabel Cristina
Una realidad muy cruda, Isabel esta que nos describes, la de las «damas de la noche», como dice Sabina, acostumbradas a ser despreciadas y criticadas por toda la sociedad. Aunque en este caso tu protagonista desea abandonar esa situación, pero si vuelve a hacerlo quiere que nadie la critique. Buen relato, Isabel. Un abrazo
Nunca sabemos lo que podemos a llegar a tener dentro, qué nos libera que nos limpia o redime y qué nos acompaña en la soledad más dura cuando la noche endurece el alma. Por los demás , que nadie juzgue. Suerte Isabel.
Isabel Cristina, parece que la soledad es el motivo por el cual tu protagonista ha llegado a esa situación. ¿O tal vez sea al revés? que ella misma se haya ido marginando al sucumbir en «el oficio más antiguo del mundo».
Sea como sea ella se siente «diosa en la noche» y ese contraste es lo que aplaudo de tu relato.
Saludos
Hola, Isabel.
Existen muchos tipos de soledad y ésta que cuentas es bastante triste.
Un cálido saludo.
La soledad o quizás los motivos que le provocaron esa falta de sueño nocturno, abocaron a la protagonista a sentirse como una diosa por las noches. Luego, viene la resaca de los remordimientos. Un relato con una doble lectura muy potente. Directo y conciso, me ha gustado mucho, Isabel.
Abrazo
A veces ni nosotros mismos estamos seguros de saber las razones que nos han guiado hasta un punto concreto de nuestra vida. Tu personaje sí que es capaz de conocer y analizar las suyas y, por supuesto, es la única persona con derecho a juzgar su proceder. Un relato triste con una atmosfera de decadencia muy bien plasmada. Enhorabuena y suerte con él, Isabel Cristina. Abrazos.
Soledad vivida con tanto dolor que lleva a transigir con la humillación de venderse para sobrevivir. Terrible la súplica final, Isabel Cristina.
Un abrazo y suerte.
Hola Cristina ,perdona pero yo no veo por ninguna parte,lo que te comentan está gente que entienden más que yo y que te llevará. Leyendo más tipo . Yo solo veo la soledad , la autocrítica. Y el dolor de un ser humano que ,aún en su soledad no quiere ser reprobada por esta sociedad tan superficial
..y es que todos tenemos, sean cuales sean nuestras «circunstancias » un corazón . Enhorabuena
Te leo