66. EL PASO DE LOS PIRINEOS (Belén Sáenz)
Se ven obligados a bajar del automóvil poco antes de la frontera, pero la lluvia de enero no logra aliviar la fiebre a Antonio. El corazón ya lo tiene helado a causa de una de las dos Españas. Un único dolor le cabe en el débil cuerpo: la resignación de su anciana madre. A ambos lados de la carretera, los gendarmes vigilan severos. El poeta, al límite de sus fuerzas, fabula con dejarse ir, entremezclarse con la escarcha blanca. Con fusionar en rimas a Leonor y a Guiomar. Entonces parece sentir pasos de gigante que retumban a su espalda. Puede ser un tanque dispuesto a aplastarle o la mismísima Parca que viene a llevarle. Sin saber si es locura o sueño, desfila un elefante ante su mirada sorprendida. El viejo Aníbal, con su ojo tuerto y cicatrices de mil batallas, va subido a lo más alto de su lomo. El legendario Suru eleva su trompa y muestra su único colmillo con intención de mostrarle el destino. Se hace necesario cruzar a Francia para salvar la vida y la Historia exige que siga caminando: golpe a golpe, verso a verso.
Qué buen homenaje a uno de nuestros poetas más grandes y, como tantos, injustamente tratado. Fiel a sus ideales, apostó ppr la coherencia y la libertad y perdió. Llegó hasta Colliure en un intento desesperado de salvarse, pero las cartas ya estaban echadas y eran las peores, para él y su madre. Podría decirse que fue su último camino, pero en realidad completó su mertoria leyenda.
Un abrazo y suerte, Belén.
Muchas gracias, Ángel. Machado tuvo que recorrer un duro camino hasta su final, y yo me he inventado esa visión de Aníbal sobre su elefante para dulcificar esos últimos pasos. Un abrazo y suerte para ti también y gracias por tu visita.
Precioso homenaje a uno de los poetas que murió demasiado joven. A veces me pregunto por las obras maestras que no llegaron a escribir. Además me has hecho ir a googlear a Suru, y nunca está más aprender. Y el final, perfecto.
Un saludo y suerte.
Es cierto, Rosalía, cuántos versos perdidos. Me alegro de que hayas conocido a ese elefante legendario. Un abrazo y muchas gracias por visitarme.
Me gusta tu homenaje a Machado.
La sin razón se lleva por delante a los más débiles.
Cuántos bellos poemas se perdieron con esas muertes prematuras que la guerra provocó.
Un micro muy conseguido.
Suerte.
Hola, Rosa: Como le dije a Rosalía, es una gran verdad, todo lo que hemos perdido. Muchas gracias por comentar y leer y suerte para ti también. Abrazos.
Bellísimo relato, Belén. Poético y evocador. Me ha encantado.
Un beso.
No sería de extrañar que imágenes tan fantásticas como esa pasaran por la privilegiada mente del poeta al verse en semejante trance, como tampoco me sorprende que de tu sensibilidad e imaginación haya salido un relato tan original, emotivo y bello. Mucha suerte con él, Maestra. Un abrazo.