47. LAS CADENAS DEL AMOR (Modes)
Aunque hace tiempo que los humanos han aprendido a volar, mis huesos siguen anclados al suelo.
Pero mi amiga se niega a aceptarlo.
Por eso, al verme sentado en un banco del parque, esquiva a la multitud de personas que se desplazan por el cielo y desciende en picado, decelera en el momento preciso y, con la elegancia de una libélula, toca tierra firme.
Entonces vuelve a insistir: «No te rindas, es muy fácil. Recuerda que para elevarte, sólo tienes que acariciar con suavidad tu corazón».
Y yo la miro, sonrío y guardo silencio.
Y es que mi cobardía me impide confesarle que no puedo acariciar lo que no tengo.
Porque ella me lo ha robado.
Que alegría leerte por aquí, Modes y además con este poético relato.
Oh, Modes, que escena más mágica, con los humanos convertidos en ángeles. Los he visualizado con alas, no sé si era tu intención, supongo que mi cerebro asocia volar con alas.
Y ese final, romántico e inesperado, que da sentido al resto del relato y al título… precioso.
Un abrazo y suerte.
Un relato precioso, lleno de poesía. Huele a que va a estar muy bien considerado.
Qué bonito!!
Una maravilla de microrrelato. Enhorabuena, Modes.
Modes, cuánto tiempo. Qué alegría que hayas vuelto y poder leerte de nuevo, en formato largo, además, con un relato lleno de sensibilidad y un perdedor sin remedio con el que es difícil no solidarizarse, a ver quién no ha sufrido alguna vez por un amor no correspondido, esa sensación de melancolía permanente y vacío frustrante.
Un abrazo y suerte, Modes
Precioso, Modes, imaginativo en su concepto y realista en su desarrollo, lo tiene todo.
Un abrazo y mucha suerte.
Un micro sobre el amor (no correspondido), que habla sobre él sutil y bellamente… una joyita.
Me encantó, Modes.
Besos😘😘😇😇
Bonita imagen Modes, ¿cuánto tiempo? pero mantienes esa esencia y talento que siempre te acomañó, buen relato, suerte.
Precioso desamor.
Un abrazo.
Entre todos vamos a dar un empujón a tu protagonista para que se atreva a decírselo. Yo apuesto por un beso como respuesta.
(Me alegro de leer tus bonitas letras por aquí de nuevo 😉
Un beso,
Carme.