05. MAMIHLAPINATAPAI
Mientras me siento al ordenador y dejo la mente en blanco, acomodo todos mis músculos tratando de atrapar a las musas. Y pululan estas volátiles, como apagadas luciérnagas a mi alrededor. Entonces noto que un pensamiento pequeño, _ apenas bosquejo, murmullo, diminuto rumor de maleza_, acrecienta su presencia para ocupar, finalmente, el espacio completo de esta cabeza mía, tonta y hueca.
¡Qué oportuno! _me digo
¡Qué bendición, qué extraña magia, qué azar!
Uno a uno, los bichos se tornan luz.
El cuerpo se pone en marcha.
Un mecanismo febril es el que se encarga de todo. Y al cabo de unos minutos puedo leer, asombrada, el resultado de este proceso.
Ahora todo son candiles. A raudales, por todas partes.
En consecuencia, y en este preciso instante, es cuando les involucro a ustedes:
¿Es que acaso solo me ocurre a mí? _ solicito.
¿Se identifican? ¿Se reconocen?
Sin levantar los ojos de la pantalla, cambio el ángulo de enfoque y atravieso tiempo y distancias con visión de super héroe. Busco su complicidad. Aguardo su connivencia. El faro lanza su llama, enloquecido, tenaz.
Y aquí me quedo esperando.
El reto de la página en blanco, el chispazo de las musas y el incendio de la creatividad cuando se desata. Luego ya solo queda esperar la reacción del lector.
Un relato sobre una historia llena de palabras, matices y transmisión persona a persona, pero sin que intervenga la oralidad, solo la magia de la literatura..
Un abrazo y suerte, Susana.
Te comprendo perfectamente, Susana, es un proceso alucinante cuando todo se ilumina y se pone en movimiento.
Un abrazo y suerte.
Cuando, por fin, las musas se dejan atrapar y la inspiración nos asiste, sólo nos queda conocer qué impacto tiene nuestro trabajo sobre los demás. Y esa espera es ansiedad, es deseo de haber sabido transmitir extraña magia. Pues bien, ya que lo preguntas, me reconozco. Y me encanta tu manera de describirlo. Mucha suerte con tu propuesta, Susana. 👌🏽🥰